De la regla de la minoría al modelo de Galam. Asimetría hacia la intolerancia.
- yosorep
- 20 sept
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Taleb desarrolla en un libro completo el concepto de la asimetría que domina en la sociedad y en la relación entre personas, grupos sociales y niveles de dirección. Pero algo que la mayoría de la gente desconoce, parece cada vez más fácil de ver en la actualidad. O quizás es un sesgo de disponibilidad propiciado por la atención selectiva que su conocimiento me propicia.
Y es que puede verse de manera recurrente como la regla de la minoría, madre de todas las asimetrías y la intransigencia, se filtra por muchos de los acontecimientos que nos rodean. Y aunque sea una idea que en muchos casos provenga de un 3-4% de un grupo o sociedad, no tenemos que tener una idea despreciativa de esta regla. Ni por su potencial ni porque sus efectos tengan que ser perniciosos. Basta que estas personas a la vez que intolerantes sean virtuosas y la propuesta que realizan permite que la sociedad funcione correctamente.
La regla de la minoría permite que el llamado grupo intransigente pueda elaborar una conducta o comportamiento que obligue al grupo flexible y mayoritario, que no se ve perjudicado por la intolerancia de la intransigencia natural de la minoría promotora y por ello la adopta o permite.
Y es que como dice Taleb: “Un hombre honrado jamás cometerá actos delictivos, pero un criminal puede participar en actos legales”. Y esta segunda parte de la frase aplicada a la regla de la minoría es la preocupante.
Hay dos factores fundamentales para que esta regla sea aceptada. Los factores geográficos y los de costes. De este modo, el efecto de los grupos minoritarios depende de la geografía en la que se produce, y el modo o su grado de mezcla en cada uno de los digamos... estados fractales de la sociedad o subgrupos donde se desarrolla. Y también depende de los costes que suponen asumir esa regla de la minoría. Mientras no suponga un coste elevado, será aceptable y aceptada.
Un ejemplo es el caso de la comida halal o kosher en comunidades cristianas, como Reino Unido, donde gran parte de la carne es halal. De modo que el 40% del pollo ya es halal y en torno al 15% del cordero y ternera. En otros países es incluso más. Y aunque se extienda, también es cierto que existen excepciones importantes en las personas religiosas cristianas a no aceptar esta opción supuestamente neutra para ellos. Podríamos encontrar muchos más casos de este tipo en la sociedad. Desde los coches automáticos hasta las bebidas sin azúcar.
Un segundo concepto necesario y relacionado con el anterior es el de la renormalización que hace referencia a como se produce el efecto de normalizar la influencia del grupo minoritario en el resto de la sociedad o individuos que lo rodean, aceptando el resto aquello que no les suponga un coste excepcional tanto económico como moral. De este modo lo que era minoría ha llevado a una aceptación generalizada, ya sea solidaria o práctica.
Por tanto, la renormalización es un segundo paso o paso necesario para el desarrollo de aceptación de la regla de la minoría.

Sobre este proceso de renormalización podríamos destacar las aportaciones de Serge Galam, que desde una modelización (modelos de Galam) explica cómo funciona este aspecto. Para ello este físico francés pionero en el campo de la sociodinámica aplica principios de la física estadística para estudiar dinámicas sociales, especialmente cómo se forman opiniones colectivas, cómo se propagan ideas y cómo se consolidan decisiones políticas.
La sociodinámica es una rama interdisciplinaria que usa herramientas de la física, como modelos de partículas o redes, para entender fenómenos sociales. Galam fue uno de los primeros en aplicar modelos probabilísticos para simular cómo las opiniones individuales pueden generar consensos, polarización o cambios abruptos en sociedades.
Los modelos de Galam se basan en interacciones locales entre individuos que discuten en pequeños grupos. A partir de esas interacciones, se actualizan las opiniones y se observa cómo evoluciona el conjunto social. Para ello siguen una serie de principios que terminan siendo claves.
Grupos de discusión aleatorios: las personas se agrupan en pequeños núcleos (por ejemplo, de 3 o 5) para debatir.
Regla de mayoría: el grupo adopta la opinión mayoritaria, y todos sus miembros la asumen.
Iteración: este proceso se repite en múltiples rondas, simulando cómo se propaga una idea.
Minorías activas: incluso una minoría pequeña pero persistente puede influir y cambiar el consenso general.
Y la parte más interesante o que más me llama la atención es como se puede ver aplicado en nuestros días y en nuestro entorno estos modelos de Galam que han tenido aplicación de estudio en:
Elecciones políticas y cómo se forman mayorías.
Difusión de rumores o fake news.
Movimientos sociales y su capacidad de influir en la opinión pública.
Polarización ideológica en redes sociales.
Sin entrar en detalles y opiniones personales, me parece interesante hacer esta señalización de un proceso que entiendo muy actual, y que dejo a la reflexión de cada uno. Donde lo ve o qué le parece a cada uno.
Solo reseñar que, incluido por Taleb en su libro Jugarse la piel, este fenómeno es susceptible de generar asimetrías entre acción y consecuencias. Esta es la parte mala, peligrosa o injusta que debemos tener en cuenta donde podamos ver este proceso.



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