El bautismo de Jesús.

El inicio de la vida pública de Jesús se produce con el bautismo. Entonces, Jesús es un hombre que consideramos, desde siempre, que podría tener una edad cercana a los 30 años; edad permitida para la vida pública de la época. Y las referencias que podemos recabar de los evangelios nos permiten más o menos estas dataciones.

Lucas en Lc 1,5 nos indica … " en tiempos de Herodes, rey de Judea" para señalar la fecha en que Juan el bautista, el otro personaje clave del bautismo, desarrollaba su actividad. Y el mismo evangelista cita sobre la infancia de Jesús (Lc 2,1) " por entonces salió un decreto del emperador Augusto"..., y en Lc 3,1 ss. " en el año 15 del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea"...Con todo ello se establecen rigores históricos de datación y del contexto histórico concreto, en una edad del imperio romano universal, con un papel arrogado del emperador: fuente y garante de la paz mundial y salvación de la humanidad.

Por tanto Jesús nace en un contexto histórico en el que el poder de Roma quiere hacer ver la figura del emperador como un dios. Y sin embargo Dios Padre elige este momento para el nacimiento de Jesús, en el que dos órdenes de la realidad , diferentes y no excluyentes, se encuentran y conviven, como hoy. Pero ambos fundamentales en la humanidad y la existencia humana (Mc, 12, 17 "lo que es del césar...).

El pueblo está sin embargo oprimido y se siente abandonado. Dios ha abandonado a su pueblo y el país bulle en inquietudes. Las leyes de Dios son la interpretación más favorable para los reyes sometidos (judíos). El clima político-religioso es confuso: zelotes, fariseos, saduceos y esenios...

Esperanza.

Si como indicamos, la situación social no admite esperanza alguna a la población judía, con Juan el Bautista, nos encontramos algo nuevo. Su mensajes y símbolos son distintos y únicos. Nos ofrece un cambio único en la vida a través de una ablución única, diferente a las anteriores, en la que de una sola vez, de un bautismo único e irrepetible, se consuma el cambio y la conversión definitiva; para toda la vida. Una nueva forma de pensar y actuar. Es el anuncio de la llegada de alguien más grande que el. Prepara su camino; no es el y no lo conoce (Jn, 1, 30-33). Pero el si anuncia la esperanza al pueblo, pero no la que libera de la opresión política. Es un nuevo profeta, acreditado por su vida coherente, donde el protagonista es Dios.

El bautismo de Juan incluye la confesión personal (Mc 1,5) . Reconocimiento de los pecados propios. Sumerge a la persona y con la inmersión de muerte a la antigua vida da paso a una vida nueva. Como lo es la vida de todo lo que rodea y nace alrededor de la fecundidad del agua que fluye. Es el anticipo de la resurrección.

Jesús viaja expresamente de Galilea a Judea, para mezclarse entre las personas; "pecadores" que quieren confesar sus culpas y apuestan por el cambio a una vida nueva. Y Juan el Bautista reconoce en Jesús la promesa. Y se extraña, pero cumple con lo previsto y es de "justicia" según la Torá. Porque Jesús no ha venido a cambiar la ley. Jesús cumple la voluntad de Dios desde el principio.

Jesús quiere ser hombre de pleno y solidariamente se bautiza y admite "sus culpas". Pero sus pecados son los nuestros. Y esto no se entenderá hasta llegar al misterio de la cruz y su posterior resurrección.

Jesús entra en el Jordán precedida de la oración común en su vida, se bautiza y carga con la culpa de todos los hombres: "cumplir toda justicia". El bautismo de Jesús se convierte en la aceptación de la muerte por los pecados de la humanidad. Ahora y sólo así, entendemos el bautismo cristiano, que anticipa muerte en la cruz y resurrección: anticipamos nuestra resurrección con El

En el bautismo se produce el compendio de la historia. Se retoma el pasado y se anticipa el futuro. El sacramento del Bautismo aparece como una participación en la lucha transformadora del mundo.

Juan el Bautista anuncia a Jesús como el Cordero de Dios (Jn 1,29). Estas palabras proféticas anticipan el destino de Jesús, que como cordero y coincidiendo con la fiesta de la Pascua judía, es sacrificado en la cruz como verdadero cordero pascual. Que como el cordero histórico que anticipa a la salida de Egipto , lleva a la liberación definitiva. Además, al indicar que es el cordero que quita el pecado del mundo, se anticipa y admite la universalidad de la misión y el perdón de Jesús.

Otro acontecimiento que se describe en los evangelios es que el cielo se abre. Y aquí se dan tres aspectos que reseñar. El primero, que esa situación supone una confirmación de cumplimiento de la voluntad del Padre. En segundo lugar, es una proclamación expresa de la misión de Jesús por parte del Padre. Supone un ser, no una hacer concreto. El es el Hijo predilecto. Y por último se instituye el misterio del Dios trino: encontramos juntos al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esto dará lugar en Mt 28, 19 a la confirmación del bautismo como paso previo a la formación como cristiano y participación de la Iglesia.

Nota: Toda esta reflexión es de la lectura y meditación de la obra del Papa Joseph Ratzinger , Benedicto XVI y su obra "Jesús de Nazaret".