Empezando por el principio

Muchas veces, cuando hablamos de inversión o alguien nos habla de ella y lo que la inversión le ha permitido llegar a ser o tener, nos dejamos llevar por el resultado, por las rentabilidades o por las cantidades acumuladas.

Nade de eso es posible sin un trabajo previo detrás.

Hablamos de planificación, control de hábitos, actitudes personales, dedicación y una cantidad larga y completa de acciones que enumerados de manera simple parecen la complicación que no deja de ser, pero que se resuelven en el tiempo que ponemos de nuestra parte. El tiempo es nuestro aliado.

Pero primero, pasamos de la acción a los pensamientos y las proposiciones….

Al final, cuando alguien ha realizado parte del camino que nunca se acaba, y descansa, es posible ver las veces que ha tenido que parar antes para reconocer lo que ha estado haciendo hasta llegar al punto en el que se encuentra.

Y por el camino pecar y equivocarse, pero resolviendo con reflexión y resucitando de cada uno de nuestros errores.

No se trata de copiar cosas y aplicarlas de la misma forma. Aunque a veces también. Pero se trata de entender con el tiempo que lo que los maestros nos dan es la opción de alcanzar nuestro marco mental para nuestras inversiones.

Porque de eso se trata. De hacer las nuestras, no las de otros.

Es cierto que cuando empiezas a andar este camino, y eres paciente. Cuando das tiempo a que se vean los resultados, y aprendes, encuentras cada vez más capacidad para encontrar ese marco mental propio. Como se suele decir, cuando estas preparado, los maestros aparecen o al menos, los vas entendiendo y aprovechando más.

Esto de invertir no tiene sentido por sí mismo. Y aislado de la realidad que nos rodea en nuestra vida aparece como una actividad desenfocada. Nada tiene sentido si no forma parte de quienes somos y no lo hacemos nuestro. Y la inversión es otro caso de esa realidad que puede formar parte nuestra.

Pero bueno. Esta introducción solo está orientada, a señalar una cosa…Es por ello que voy directamente al grano….

Como quiera que parece que voy descubriendo mi faceta evangelizadora en la planificación financiera, y les hablé esta semana a un grupo de personas de marco mental. Os paso a detallar algunas de las lecturas que han formado mi marco.

Y puntualizo. Son muchas más lecturas la que las han formado. En muchos casos, incluso las que más, no del mundo de la inversión: sociología, filosofía, historia, biología, matemáticas, física, literatura general e incluso religión….

Destaco pues alguna de ellas para que tomen nota quien las pueda considerar interesantes:

·        “Un paso por delante de Wall Street” de Peter Lynch.

·        “El inversor inteligente” de Benjamin Graham.

·        “Acciones ordinarias y beneficios extraordinarios” de Philip A. Fisher.

·        “Un paseo aleatorio por Wall Street” de Burton G. Malkiel.

·        “Lo más importante para invertir con sentido común” de Howard Marks.

·        “Cómo invertir en fondos de inversión con sentido común” de John C. Bogle.

·        “La psicología del dinero” de Morgan Housel.

·        “Tan sólo los mejores lo logra” de Peter Seilern.

·        “La cartera permanente “, estrategia de inversión creada por Harry Brown, de Craig Rowland y J.M. Lawson.

·        “El pequeño libro que bate al mercado” de Joel Greenblatt.

Podría poner más y me apena no hacerlo, porque dejo fuera obras imprescindibles, y dejo fuera la serie de libros de economía del comportamiento como las de Khaneman, Tversky, Ariely o Thaler.

Y dejo fuera a todos los libros que inversores españoles han escrito, tan buenos para poder orientarnos. Entre ellos no dejaré de recomendar la bibliografía experiencial de Gregorio Hernández Jiménez. Recomendable para empezar toda.