Las tentaciones de Jesús.

Conocer a Jesús de Nazaret me parece fundamental y cuanto menos apropiado para todo el mundo. En estas entradas, hablaremos de el y su vida para conocer un poco más en detalle su persona y el sentido que tiene su misión y presencia en la tierra.

Como dijimos en una entrada anaterior, la vida pública de Jesús se inicia en su bautismo en el que podemos decir se produce la "investidura" de su misión. En ella se presenta como el Cristo-Mesías, el Ungido (Lc 4,18). Esta distinción completa a la personalidad de Jesús de dones especiales, según el sentido que tiene este nombramiento en las escrituras.

El tratamiento de las tentaciones de Jesús viene descrito de manera similar en los tres evangelios sinópticos de Mateo, Marcos y Lucas. Y en ellas podemos entrever de nuevo la intención, como en el bautismo, de querer Jesús ser consciente de lo que es ser hombre. Quiere conocer la humanidad de la gente a la que se va a presentar el Mensaje. Las amenazas y peligros que viven cada día; el drama cotidiano de su existencia. Todo es parte nuclear de la misión solidaria de Jesús. Para ello se bautiza como pecador y con ello salvarnos a todos; y ahora se expone a los mismos avatares de las personas. Pero el cuenta con la gran ayuda, como veremos, de la oración. (Por favor, no vale decir..., es que era el hijo de Dios. Sobre todo el que además no lo crea).

Pero en torno a este último párrafo, quiero hacer una salvedad que no considero prescindible. No quiero decir que Jesús no hubiera vivido como hombre hasta ahora y que en la condición humana, no hubiera sufrido los mismos casos que al resto de personas de la época. El tuvo que trabajar, ayudar en la familia, compartir con la gente de su pueblo y conocía la condición humana. Pero ahora, el da un paso definitivo de trascendencia en su misión, y asume otras circunstancias que por condición divina no comparte como humano. Y esa prueba le permite someter al extremo su condición, con ejercicios de capacitación para poder transmitir, desde la experiencia, las virtudes que definen a la persona cristiana: humildad, generosidad, paciencia, templanza, caridad...

Reseñar antes de entrar en las tentaciones, algo importante de las mismas. El escenario en el que se produce: el desierto. Es un lugar fundamental en la vida de Jesús. Es el lugar de oración que Moisés y Jesús comparten. El lugar de reconciliación y salvación con Dios. En el desierto el pecado es vencido durante la Biblia y es el lugar de la armonía del hombre con Dios... El desierto es la soledad que nos permite acercarnos a Dios.

Desarrollo de las tentaciones.

Para empezar, las tentaciones suponen la lucha interior que despliega el "demonio" en el interior del hombre y que tiene como fin el apartarse de Dios. Recordemos esto. Las tentaciones intentan apartarnos de Dios en todo lo que pensamos , sentimos o hacemos cada día.

Y qué es hoy día...Pues todo aquello que se convierte en urgente y deja en un papel secundario a Dios, que lo hace superfluo e incluso molesto. Aquello que nos hace querer ser autosuficientes en el orden del mundo, con sólo nuestras capacidades; con nuestras políticas y fines materiales. Todas las tentaciones a las que nos enfrentamos tienen el mismo origen y también una sola solución. Ese origen es no tener presente a Dios. Si tenemos a Dios presente y como referencia, la solución se hace visible a nuestros ojos y acciones. Se materializa en nuestros actos.

Hay que tener en cuenta que la tentación no aparece hoy de manera burda y directa. No nos invita a hacer el mal tal cual; sin embargo adopta más una apariencia moral. La tentación nos orienta en muchos casos a hacer lo mejor, hacer lo verdadero y real. Abandonar lo ilusorio y emplear nuestras fuerzas en mejorar el mundo, y siempre desde un solo punto de vista : material. Y esto no es malo, pero las tentaciones está también en el juicio personal y único de lo bueno, sin compartir esa realidad con Dios ¿ Es El mismo el Bueno , o debemos inventar nosotros mismos lo que es bueno?...

Primera tentación

(Mt 4,2) Jesús, "después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al final sintió hambre".

Reseñar aquí el valor simbólico de 40, que se presenta en los años que estuvo en el desierto Moisés, los días que estuvo en el monte Sinaí o el camino de Abraham al monte Horeb..

(Mt 4, 3) "Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes".

Este "si" condicional probatorio se vuelve a presentar en la misma cruz y desde entonces, se repite continuamente en la historia y cada día. Se pide a Jesús una prueba de fe en El. ¿No es verdad que ponemos a prueba a Jesús y a Dios?.

La Iglesia ha sido probada durante siglos y ha resistido. Como organización ha fallado en innumerables ocasiones, pero como institución, posiblemente no. Lo dejo a la reflexión...y no me desarrollo en ello, pero depende de la actitud que tomemos, Y si nos quedamos con lo que no sirve en vez de lo que sí, es mi opinión que estamos desaprovechando una opción y eludiendo una responsabilidad.

Y el problema de ello está como en la tentación, que buscamos soluciones generales y materiales, a la vez que propias y con sentido humano.

El hambre en el mundo existe. Es una obviedad. Niños y personas mueren de inanición todavía en el mundo, cuando nos preocupamos por morir de una enfermedad pandémica en nuestra sociedad. Y ¿prueba ello que Dios no existe?. Dios alimentó con maná a su pueblo en el desierto, dice la Biblia. Pan del cielo. Si esto fue así. ¿Por qué no ahora?. Por qué no se manifiesta para resolver estos y otros problemas del mundo: guerras, catástrofes naturales, enfermedades, problemas sociales, étnicos y culturales; y el hambre mismo.

Son todos problemas materiales... y por supuesto necesarios. De ellos depende la supervivencia de las personas. Son hechos. Pero cuidado...La tentación está en las promesas incumplidas y engaños que la humanidad ha sufrido y sufre, convirtiendo el ideal del pan para todos en su promesa, como hiciera el marxismo. Serán otras ideas que sólo con la presencia de Dios son posibles, de humildad, generosidad , caridad y diligencia, la que permite crear instituciones inclusivas que resuelvan estos problemas. Seguirán muriendo mientras no seamos los hombres los que promovamos las instituciones que permitan cambiar esto. La opcionalidad está, la decisión es nuestra. Y Dios puede ayudarnos en ello...El lo quiere.

Sin embargo, esta negación del pan y lo material en la tentación tiene como contrapartida dos momentos en su vida en las que el pan se nos da para cada día. En estas opciones se resuelve el reto a Dios sobre su "obligación" de demostrar quién es. Y en ellos se nos da la caña de pescar: la multiplicación de los panes y los pece; y la última cena.

En la multiplicación de los panes más de 5.000 personas ,dice el evangelio de Juan, están con Jesús, le siguen y no muestran hambre física, sino de su palabra. A esta situación o contexto pues le precede la búsqueda de Dios y su palabra. Además el "pan" se pide a Dios - no de manera directa y concreta- y existe una mutua disposición a compartir. Escuchar a Dios se convierte en vivir con Dios, pasar de la fe al amor y descubrimiento del otro. Como demuestra Jesús en el evangelio, El no es indiferente al hambre y las necesidades del hombre. Las sitúa en el contexto apropiado y les da la prioridad debida. Cuando llega el momento apropiado, les alimenta.

En la última cena, se instituye el milagro permanente de la Eucaristía, de lo que la propia naturaleza explica y ejemplifica cada día. Jesús es la semilla que muere cada día y de cuya muerte necesaria emerge la vida y el fruto. Jesús se nos presenta como alimento para todos, diario o frecuente, porque "no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4,4).

"El pan es importante, la libertad es más importante, pero lo más importante de todo es la fidelidad constante y la adoración jamás traicionada".

Alfred Delp.

Esta es la jerarquía de los bienes que genera justicia. Porque tiene en cuenta a la persona y su sufrimiento ; y deja en último lugar los bienes materiales. El olvido temporal o permanente de Dios llevan al fracaso individual y colectivo. La historia lo demuestra con el fracaso mencionado de la experiencia materialista del marxismo y con las ayudas occidentales basadas en principios puramente técnico-materiales que ha degenerado en un tercer mundo estructural.

Si no reconocemos a Dios como realidad, Bondad misma y Bien, no puede hacerse el corazón de las personas buenas y nada que salga de el lo será. Sólo Dios nos da el impulso del corazón y el Amor que permite a cada persona tener su pan. La parte que le corresponde.

Segunda Tentación.

Esta tentación es un poco más compleja y sofisticada. Pero hoy se materializa en nuevas tentaciones del "demonio" con la palanca del conocimiento. A Jesús lo tienta con el conocimiento de las escrituras. Intentando llevar a Jesús a un debate sobre la existencia de Dios y que hoy día tiene su reflejo en la corrientes cientifistas que quieren negar la existencia de Dios y su "utilidad" práctica. El sometimiento de Dios y su Iglesia a la visión moderna del mundo: Dios no puede actuar en la historia y se circunscribe al ámbito de lo subjetivo. Cualquier otra cosa es fundamentalismo. Sólo la exégesis científica en la que Dios no dice nada está a la altura de los tiempos.

Sin embargo, Dios es la creación viva, que cada día está funcionando en cada una de las cosas que rodea nuestra vida, y su creación persiste en todas ellas y en cada uno de sus hijos. En cada momento. Esa es la prueba de su existencia. Pero reconocerlo requiere de un esfuerzo y el amor que sólo Jesús con su ejemplo supo dar.

Pero la respuesta de Jesús, tomada de Dt 6,16, continua la batalla del debate científico sobre la prueba de la existencia de Dios : "no tentarás al Señor,nuestro Dios!". ¿Lo probamos nosotros?. ¿Lo hacemos en base a nuestras propias reglas y propósitos?. Si es así, en la arrogante humanidad de convertir a Dios en un objeto y experimento de laboratorio, no lo encontraremos. Esta actitud en sí es una negación de Dios como tal, queriéndonos poner a su altura y dejamos el amor y la escucha, por lo concreto, lo que puede agarrar nuestros puños. Tenemos que abrirlos para dar y recibir...

Por último. Jesús no salta y tienta a Dios. Tiene su mirada puesta en su misión de Amor: la cruz. Ese es el salto del acto de Amor de Dios por los hombres para el que se prepara. Su misión.

Tercera tentación.

En la tercera tentación el demonio ofrece a Jesús la posibilidad de la dominación del mundo y más allá de la respuesta que recibe de Jesús en este monte, hay otros dos momentos ejemplares de su vida, también en el momento en el que a la vez demuestra y nos ofrece la visión correcta de su misión.

Primero en Mt, 28, 16, dice: "se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra". Con lo que se desmarca del poder terrenal que le ofrecen. El poder que el tiene es superior y alcanza lo pleno que le supone tener poder también sobre el cielo.

Y en otro monte, en el Gólgota, donde muere en la cruz, Jesús adquiere un poder superior como resucitado posterior.

No hay que negar que el cristianismo, explicado de manera filosófica-social es un cisne negro. Y que desde que Constantino a principios del siglo IV aceptara el cristianismo como su fe y la del imperio romano, el poder político toma parte y ejerce de catalizador de la fe cristiana. Esta fusión histórica entre fe y poder político ha tenido un precio, pues la fe se ha puesto al servicio del poder político. Pero Jesús lo rechaza en esta tentación.

Este rechazo se refuerza ante Pilato en la escena en la que comparte mesianismo con Barrabás, mesías político de la época. De su nombre Bar-Abbas, que significa hijo de padre, puede concluirse que no es una elección casual. Jesús es desechado, verdadero Hijo del Padre que anuncia una negación de sí mismo como camino a la Vida. ¿Y nosotros?. ¿Tendría Jesús alguna posibilidad ?. ¿Conocemos a Jesús?. ¿Lo comprendemos como para elegirlo?.

Esta tercera tentación, fundamental, refiere a qué debe hacer un salvador del mundo. Y Jesús tiene un plan diferente que la gente no entiende. Ni siquiera la nueva familia que forma en su entorno, como demuestra Pedro al volverle a tentar; cuando descubriendo ante ellos su verdadero significado de mesías y su irremediable paso por la cruz y la muerte para hacer comprender el poder que ostenta, tiene que replicar "tu piensas como los hombres, no como Dios!".

¿Qué ha traído entonces Jesús si no ha conseguido un mundo mejor?. Ya no tenemos la situación histórica del imperio cristiano, ni el papado mundano. Pero está la receta incompleta del progreso y el bienestar común. ¿Puede ser esta una nueva tentación?. Pienso personalmente que esta opción válida para todos es incompleta para el cristiano que tiene sed de Dios y la valentía de intentar conocerse a través de El.

Y Jesús , anunciado por profetas como Moisés no es reconocido entonces por sus discípulos, y su necedad se alarga en la historia como largo era el camino de Emaús en el que no es reconocido por los que le rodeaban. Y hoy...

¿ Qué ha traído entonces Jesús al mundo?. No hay paz, bienestar, sigue habiendo guerras y hambre en la tierra. ¿Qué ha traído?.

A Dios....El Dios verdadero. Su Camino. La Verdad sobre nuestro origen y destino; la fe, la esperanza y el amor.