Piense y hágase rico II. La fe y la autosugestión.
- yosorep
- 10 oct 2020
- 8 Min. de lectura
Napoleón Hill, destaca de la fe, el ser la principal sustancia química de la mente. Es el segundo principio necesario para conseguir la riqueza a través del pensamiento. Reconoce que junto a la fe, el amor y y el sexo como principales emociones positivas. La fe y el amor de carácter psicológico y el sexo biológico.
La fe tiene una cualidad que más allá de poder ayudar y conducir hacia la materialización de la riqueza a través del pensamiento y un deseo previo, tiene la posibilidad de crecer e intensificarse a través de un principio más de los que propone N. Hill : la autosugestión.
La fe como estado mental se puede inducir o crear por medio de afirmaciones o instrucciones repetidas al subconsciente por el principio de autosugestión.
La fe ayudará a sugestionar a la mente de su capacidad de conseguir lo que desea a través de ese proceso de autosugestión. Ello provoca el convencimiento que la sugestión devuelve en forma de fe, que de este modo puede o se refuerza, en un proceso que se retroalimenta y de manera aún mayor en el conocimiento y aplicación de cada uno de los trece principios que N. Hill reconoce.
Relevante y a tener en cuenta el hecho de que las emociones y el subconsciente, pueden convertir en equivalente físico todo tipo de pensamientos, tanto positivos como negativos y con la misma rapidez y efectividad. Es a lo que comúnmente denominamos mala suerte o desgracia. Por lo tanto estamos realmente hablando de una creación propia, tanto positiva como negativa, que reforzamos en creer con la autosugestión. Por lo tanto, controlar nuestro pensamiento, actitud y en el caso que ocupa la fe o creencia, determina la acción del subconsciente apropiada o preferible.
Un opción práctica de estimular y hacer más efectiva la autosugestión es creer y tener fe sobre lo deseado al punto de considerarlo como presente o en posesión de ello. La práctica de estas actividades y tips, reforzarán la perfección y capacidad creativa de riqueza. Una mente dominada por las emociones positivas que evite las negativas fomentará la fe necesaria para alcanzar lo que deseemos.
En definitiva la fe es un estado mental que puede inducirse con autosugestión, que ha sido empleado durante toda la historia por los que han reconocido y descubierto en la capacidad de sugestión sobre las personas. Pero la mayoría no ha sido capaz de aprovecharlos para sí mismo; para tener fe en sí mismo. La fe da vida, poder y acción al impulso del pensamiento; es punto de partida para obtener riqueza; da sentido a los milagros y misterios que la ciencia no explica; es antídoto para el fracaso.
Está demostrado como hecho que se termina por creer cualquier cosa que se repita uno mismo, sea verdadero o falso. Además, si conmina a creer en un pensamiento con una carga emotiva, la combinación será aun más fuerte y permite atraer los pensamientos de otras personas que nos rodean.
La fe jugará su papel en la repetición de ese pensamiento, esa creencia emotiva, que hará que alcancemos lo que deseamos, y que seamos lo que queremos. La continuidad y el hábito repetitivo hará posible aquello que deseamos.
Un ejercicio interesante sería realizar un inventario o balance de los recursos y desventajas mentales que reconocemos en nosotros mismos. Descubrir las debilidades, permitirá posiblemente reconocer que la más importante sea la falta de confianza en uno mismo, algo que puede superarse con la fe y con el principio de autosugestión.
N. Hill propone una formula de seis pasos para ganar autoconfianza:
Reconocer la capacidad de conseguir el objeto de propósito definido de mi vida; me exijo ser persistente y perseverante hasta conseguirlo.
Se que los pensamientos dominantes de mi mente finalmente se convertirán en actos externos y físicos, en realidad física y material. Dedicar 30' diarios a pensar la persona en que quiero convertirme.
Se que por el principio de autosugestión y con una dedicación diaria de 10' ganaré confianza en mi mismo.
Tengo anotado de manera clara y descriptiva mi meta definida y nunca dejaré de intentarlo, ganando confianza progresiva.
No me involucraré en ninguna transacción que no beneficie a todos los implicados . Mi éxito se derivará de la atracción de las fuerzas que deseo utilizar y de la cooperación de los demás. El éxito viene del dar. Lograré que los demás me crean porque creeré en ellos y en mí mismo.
Firmar con nombre propio esta fórmula, la memorizaré y la repetiré en voz alta una vez al día, con fe.
En nuestra mente o en algún lugar de nuestra estructura mental, tenemos, dormida o latente, la semilla del logro. Está se activará cuando teniendo claro la idea que queremos, con un pensamiento definido y a través de la fe, reiteramos ese pensamiento apoyado en la autosugestión. Un poema aclara todo lo indicado:
Si crees que estás vencido, lo estás,
si crees que no te atreves, así es,
si te gusta ganar pero crees que no puedes,
es casi seguro que no lo lograrás.
Si crees que perderás, estás perdido,
porque la vida nos muestra
que el éxito empieza en la voluntad del hombre,
todo está en nuestro estado de ánimo.
Si crees que eres superior, así es,
has tenido que pensar alto para ascender,
has tenido que estar seguro de ti mismo
para poder obtener alguna recompensa.
Las batallas de la vida no siempre favorecen
a los hombres más fuertes o más rápidos,
pues tarde o temprano, el hombre que gana
es aquel que cree poder hacerlo.
La fe es un estado de ánimo similar a el amor. Y de el se alimenta. El amor de una mujer o de un hombre ha sido siempre influencia positiva en personas reconocidas. Jesús y el cristianismo es un prueba de ello. El cristianismo es la mayor fuerza que ha influido en las mentes de los seres humanos. Y la base del cristianismo es la fe: … tu fe te ha salvado...
La esencia de las enseñanzas de Cristo y sus logros, incluidos los milagros, se consiguieron a través de la fe. Y el mismo advirtió que no fuera comprensible para la mayoría. Pero ahora estamos abordando cómo...
Gandhi consiguió todo lo que se propuso, y no tenía ni dinero, ni ejércitos, ni fuerza alguna salvo el poder de la fe. Lo hizo a desde "el principio de la fe y mediante su capacidad de trasplantar esta fe a las mentes de doscientos millones de personas".
Hoy, como ocurriera en crisis anteriores, descubriremos como el miedo, expandido interesadamente por políticos y dirigentes, paralizarán las ruedas de las industrias y las empresas. Pero de esta experiencia, como también en el pasado, muchos se beneficiarán, porque a través de nuevos líderes saldrán los poderes amparados por la fe para que las personas mejoren. La fe y la cooperación, necesidad y propiedad de la naturaleza humana permitirán estos cambios, pero para que se produzca un creciente recibir, deberemos disponer de una mayor dar; evitar el regateo y el camino fácil de la apropiación socialista, que se hace de manera definitiva a expensas del pueblo general allanará el camino de ganarse el derecho a obtener beneficios.
Hemos vivido una etapa industrial pasada que es acusada de quitar el alma a las personas por el empresario. Pero estamos aceptando un nuevo ladrón en la persona de los políticos - al menos algunos, más de los que quisiera- , se han cambiado la condición humana de piezas de máquinas por personas de rebaño. Ya lo advertía Nietzsche hace más de un siglo. Solo la idea de colaboración y de interés por desequilibrar positivamente, dar por recibir, permitirá la productividad, felicidad y satisfacción de todos y continuar el crecimiento humano que nos ha permitido llegar en mejores condiciones en los últimos años.
La autosugestión, tercer paso o principio para alcanzar la riqueza, abarca todas las sugestiones y estímulos administrados a uno mismo que se administran sobre la mente a través de los cinco sentidos. Como propiamente indica la palabra: es sugestión a uno mismo. Esto estímulos son aceptados a través de la mente consciente y transmitidos al subconsciente, tras su aceptación . Ningún pensamiento accede al subconsciente, ya sea positivo o negativo, sin ayuda del principio de autosugestión.
La condición natural del hombre le permite el control de la información que alcanza al subconsciente. De manera absoluta. Pero el hombre no lo hace, de ahí las peores consecuencias en las vidas de estas personas.
el hombre como en un jardín con plantas, deberá elegir las mejores semillas para sembrar, y evitar que crezcan las malas hierbas con un control permanente y consciente. Ese control es a través de la autosugestión y los pensamientos de naturaleza creativa. Hábitos de pensamiento positivo ayudarán a mantener fértil el jardín.
Es importante para aplicar el principio de autosugestión la carga emotiva y de fe de las palabras que utilicemos y la convicción de las mismas. El precio de la habilidad de aplicar los principios del subconsciente es la continua persistencia, el beneficio será recibir la recompensa personal que buscamos.
N. Hill habla en esta fase del principio de concentración, como una cualidad necesaria para llevar a cabo los pasos (6) que al principio de esta entrada hemos mencionado. Y desde el primer paso, debemos dar una exacta cantidad del dinero que deseamos, fijarla en nuestra mente y al menos una vez al día de manera concentrada visualizar esa idea. No será necesario concretar entonces cómo. El subconsciente y lo que el llama Inteligencia Infinita, nos dará el modo, el medio para conseguirlo y requerirá estar atento a la oportunidad que nos presente. En el cuarto paso, donde se indica la creación del plan definido y ponerlo en marcha de inmediato, deberemos obviar la razón y pasar a la acción. No debemos parar a pensar si estamos preparados. Lo estaremos. "Visualice el dinero..., véase dando el servicio o entregando la mercancía que quiere dar a cambio de ese dinero. ¡Esto es importante!.
N. Hill también resume las instrucciones hasta ahora dadas reconociendo que la inquietud de leer este libro es un signo de interés verdadero por el conocimiento, que como todos, necesita de una actitud de humildad. "Si decide seguir una parte de las instrucciones pero descuida o descarta seguir otras fracasará. Para lograr los resultados completos, debe seguir todas las instrucciones con un espíritu de fe".
En un lugar tranquilo y relajado deberemos repetir la declaración escrita del dinero deseado, le fecha límite para su acumulación y una descripción del servicio o mercancía que dará a cambio, viéndose en posesión del dinero deseado.
Repetir este proceso día y noche hasta que pueda ver en su imaginación el dinero que quiere acumular.
Colocar una copia de su declaración en lugar donde pueda verla todo el tiempo y leerla antes de acostarse y levantarse hasta memorizarla.
El principio de la autosugestión permitirá cargar el subconsciente de las órdenes y deseos manifestados con carga afectiva. Y la fe será necesaria par todo ello. Ser escépticos respecto a todas las ideas nuevas es característico de todos los seres humanos. Pero siguiendo las instrucciones de manera habitual podremos alcanzar la absoluta fe y ser el dueño de nuestros destinos. Ello será influyendo en el subconsciente de cada uno con la cooperación de la Inteligencia Infinita. Todo esto explica lo que la filosofía lleva manifestando milenios. Toda este conocimiento es el pilar del arco de la filosofía. El pensamiento, la fe y la autosugestión son fundamentales para alcanzar la riqueza deseada. El resto de principios que veremos son herramientas para alcanzarlo.
"Todos los pensamientos que se han emocionalizado y combinado con la fe, inmediatamente empiezan a convertirse en su equivalente u homólogo físico.
"La repetición de órdenes al subconsciente es el único método conocido para intensificar voluntariamente la emoción de la fe".
"La fe es el elixir eterno que da la vida, poder y acción al impulso del pensamiento".
"Lograré que los demás me crean porque creeré en ellos y en mí mismo".
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