Piense y hágase rico (V). Planificación organizada.

Hemos aprendido que todo lo que una persona crea o adquiere empieza en un deseo, que en un viaje desde lo abstracto a lo concreto en el taller de la imaginación donde se crearán los planes para convertirlo en realidad. Dentro de los seis pasos para alcanzar la riqueza uno es la elaboración de planes definidos y prácticos. Y para ello deberemos tener en cuenta:

1. Aliarse con un grupo de personas , tantas como sean necesarias, para la creación del Equipo Maestro.

2. Antes de la formación de la alianza maestra hemos de tener clara las ventajas y beneficios que podemos ofrecer al grupo a cambio de la cooperación. La generosidad será importante, pero la compensación y beneficio recíproco es fundamental. (Dar y recibir. Adam Grant).

3. Concretar reuniones periódicas y recurrentes -al menos dos veces a la semana-. Todo con la idea de crear y compartir los deseos e ideas y concretar los planes.

4. Mantener una armonía perfecta con todos los miembros del Equipo Maestro.

Y tener presente:

1. Es un compromiso de suma importancia para el éxito y necesita de unos planes inequívocos.

2. Se debe contar con la ventaja de la experiencia, la educación, capacidad e imaginación de otras mentes.

"Ningún individuo tiene suficiente experiencia, educación, capacidad innata y conocimiento para asegurar la acumulación de una gran fortuna sin la cooperación de otras personas"...."Uno puede elaborar a sus propios planes, tanto completamente como en parte, pero debe comprobar que todos los miembros de su Alianza Maestra han verificado y aceptado dichos planes".

Los planes podrán fallar y no servir como pensamos, pero no debe ocurrir nunca la falta de persistencia en el objetivo de alcanzar nuestro deseo. Este es el error común. No podremos alcanzar nuestro objetivo sin unos planes prácticos y factibles, pero el fracaso en un plan no es el fracaso definitivo, sino una casuística temporal. Debemos empezar de nuevo.

La falta del plan es la certeza de la pobreza. El fallo en el mismo, la necesidad de la corrección. Los logros no pueden ser mejores de lo que permite la solidez de los planes.

"Ningún individuo está vencido hasta que él mismo abandona en su propia mente"

Cuando consideramos las personas que han tenido éxito, o han acumulado fortunas, a menudo solo reconocemos el triunfo y pasamos por alto los fracasos temporales anteriores. La mentalidad empresarial es eso. "Ningún seguidor de esta filosofía puede esperar de manera razonable acumular una fortuna sin experimentar derrotas temporales".

La venta de servicios y el líder.

La importancia de los servicios personales o la venta de ideas, es algo fundamental para alcanzar el éxito y la riqueza. N. Hill habla de nuevo de algo que un siglo después no sólo sigue funcionando, sino que ahora es más importante e incluso necesario.

Entiende existen dos tipos de personas: los líderes y los seguidores. La decisión de pertenecer a uno de los dos es fundamental y la diferencia de compensación económica también. El ser seguidor no es una desgracia, y de hecho, los líderes han sido seguidores inteligentes que han tenido y mantenido la habilidad de adquirir conocimiento de su líder.

N. Hill da una relación de características del líder:

1. Valentía inquebrantable, basada en al conocimiento de uno mismo y de su profesión. Confianza y coraje.

2. Autocontrol.

3. Sentido agudo de la justicia. Respeto.

4. Firmeza en las decisiones.

5. Firmeza de los planes. Planear el trabajo y trabajar el plan: planes prácticos y definidos.

6. Tener el hábito de hacer más de lo que le corresponde.

7. Personalidad agradable y respetuosa.

8. Simpatía y comprensión.

9. Dominio del detalle.

10. Disponibilidad de asumir toda la responsabilidad; tanto de los errores propios como de los seguidores.

11. Cooperación: esfuerzo cooperativo aplicado. El liderazgo requiere poder, y el poder necesita cooperación.

Distinguimos el liderazgo por seguimiento y el forzado. El primero es positivo y de largo plazo. El segundo negativo y con final asegurado.

Por otro lado, también diferencia y enumera las diez principales causas del fracaso de los líderes:

1. Incapacidad de organizar los detalles. El verdadero líder jamás está demasiado ocupado, lo contrario es admitir incompetencia. Para ello se apoyará de la capacidad de delegación de ciertos detalles en sus ayudantes - habito-.

2. Mala disposición para prestar servicios modestos. Cualquier tarea que hayan pedido a otra persona deberá estar dispuesto a hacerla: "el mejor de vosotros será vuestro servidor".

3. Expectativas de ser gratificados por lo que saben y no por lo que hacen con aquello que saben. El valor está en lo que se hace o se induce a hacer a los demás.

4. Temor a la competencia de los seguidores. La capacidad de los seguidores, la confianza y la delegación permiten al líder multiplicarse y hacer eficientes a los demás.

5. Falta de imaginación.

6. Egoísmo. El honor de los logros debe ser compartido o cedido a los colaboradores. La mayoría de las personas trabaja más duro por los elogios y el reconocimiento que por el dinero.

7. Intemperancia.

8. Deslealtad.

9. Énfasis en la autoridad del líder. Refiere al liderazgo por la fuerza en vez del estimulante: simpatía, comprensión, justicia y conocimiento del desempeño.

10. Insistencia en el título.

El propio N. Hill hace una referencia de los campos en los que en los años 20ss del siglo pasado, la falta de líderes es estentórea. Por desgracia, hoy sigue igual:

• Política. Para el autor es una emergencia, que aún hoy está en carencia. Define a la mayoría de los políticos como estafadores legales de gran calidad. Los impuestos y la corrupción son sus instrumentos preferentes de gestión.

• Banca. En la que los últimos acontecimientos como la crisis financiera de 2008 confirman que estamos como poco sin avances.

• Industria. El cambio de paradigma vendría en cambiar los beneficios por las personas en la ecuación de éxito. En los últimos 100 años hemos podido comprobar esta realidad, que no ha permitido un cambio definitivo en este sentido.

• Religión. En el que el cambio vendría en atender las necesidades presentes, terrenales y temporales de las personas. Ello debiera venir no por la caridad sino por el enfoque de poder propio y libre de las personas.

• Educación. Deberá ser aplicar y ejemplificar cómo desarrollar los conocimientos. La práctica sobre la teoría. La sabiduría sobre el conocimiento simple.

• Periodismo. Independencia y elusión del patrocinio de ideas, propaganda o servicio de los lobbies.

Los cambios serán- están siendo- rápidos, y la adaptación permitirá la determinación de una civilización mejor.

La realidad ,se está cumpliendo, pero lo mejor y los más importantes cambios está aún por llegar. En definitiva y al mismo tiempo, mientras en muchos aspectos, nada ha cambiado, sino incluso ha ido a peor, en otros casos, aún en ello estamos....El retraso está en la mente de las personas, que no ha cambiado.

En los siguientes párrafos del capítulo dedicado a la organización o planificación organizada, el autor describe como conseguir el trabajo o puesto deseado. Describe ideas fundamentales que todavía hoy son vigentes y que no han muerto. Sin embargo, las herramientas en muchos casos han quedado atrás con la digitalización reciente . Pero no están tan alejadas de los pasos y hábitos de hace 20 años.

N. Hill habla de que el trabajo en el futuro y la empresarialidad, requerirá de una asociación en los trabajos. El empresario, el trabajador y el cliente, deberán realizar una colaboración más o menos estrecha, que yo considero más afín con las ideas propias de relaciones win-win que la gestión, dirección empresarial y comercial han ido en mayor medida desarrollando en las últimas décadas. Para Hill el verdadero empresario del futuro será el cliente final; el público. Y el error vendrá de que el regateo entre empresario y el trabajador afecte o sea a expensas de a los que deben servir, ese público o cliente.

Sin embargo hay cosas que aun no han cambiado o han tenido caminos de ida y vuelta. Industrias y negocios han evolucionado o desaparecido. Y en muchos casos la desaparición tiene detrás, además de las posibles incapacidades de evolución el olvido en el caso de negocios concretos de el trato cortes y de servicio a todos los ejes relacionales de las empresas: clientes, proveedores, empleados...Personalmente mantengo una teoría o visión que confirma que aquellos negocios que descuidan el trato cortes y el servicio, terminan por desaparecer. Y el cáncer es la dirección de dichos negocios alejados de sus dueños y accionistas.

En el mundo actual, donde los servicios personales cada vez son más relevantes y crecientes, estos negocios pequeños y unipersonales tiene su nicho porque son conscientes de que están contratados de manera más directa por el público al que sirven.

Por último hace una mordaz crítica contrastada evangélicamente, en el que insiste que lo que se cosecha es consecuencia de lo sembrado. Y considera que la crisis financiera de 1929 - léase la de 2008 y las que está por venir- son consecuencia de una ley de causa-efecto infalible: nunca ocurre nada sin una causa. Y la causa de la depresión de entonces en opinión del autor es debida al hábito socialmente instalado de intentar cosechar sin haber sembrado. Y que los políticos utilizan y abusan : "quién tenga oídos que oiga", como dijera también Jesús.

El mundo cae en el error recurrente de recoger sin sembrar y sembrar la semilla incorrecta. De aquí que otro tipo de personas, con otro tipo de mente, en la prestación de servicios personales o la personalización de sus servicios, tengan la oportunidad. Caso contrario no tendremos razón de queja de la situación que tengamos.

El índice CCE.

N. Hill recalca que cada persona debe ser su propio vendedor, entendido como el vendedor de sus servicios personales. La calidad, la cantidad del servicios son importantes, pero lo complementa, diferencia y en algunos casos suple el espíritu con el que se prestan los servicios. Ello determinará el precio y la duración de un empleo y la relación con un cliente: largo plazo, recurrencia y fidelidad.

Estás tres partes de la relación de servicio se deben desempeñar de la manera óptica y recurrente, de manera habitual. Definidas por N. Hill:

1. Calidad: realización de cada detalle del servicio, en nuestro cargo o responsabilidad, de la mejor manera posible y con el objetivo de la eficacia.

2. Cantidad: hábito de prestar todo el servicio del que somos capaces en todo momento. Importante el hábito.

3. Espíritu: hábito de comportamiento agradable y armonioso, con cooperación de socios, compañeros, proveedores, empleados y clientes...

El valor de los propios servicios y el hábito de la CCE, ya no es solo una necesidad propia de la comercialización de servicios y productos en cualquier negocio, y que obliga tanto al empresario-gerente como al empleado a formar una alianza o cooperación para atender los deseo o necesidades de un tercero, protagonista: el cliente. Sino también y sobre todo es una necesidad y hábito personal y propio de cada persona de hábito de atender al público al que deben servir. El paradigma, que aún hoy no se aplica siempre es "no salir a conseguir , sino salir a ofrecer". Los negocios se deberán guiar por métodos que no requieran ninguna presión.

El verdadero valor capital de nuestras mentes debe estar determinado por la cantidad de ingresos que podemos producir comercializando nuestros servicios -actitud-. "La mente personal es un capital que no puede perder su valor de manera permanente con las crisis, ni puede robarse ni gastarse".

Treinta causas principales del fracaso.

La pregunta más importante de este apartado es saber cuantas tenemos. N Hill describe 30, reconocerlas y modificar ese hábito, además de aplicar los principios de este libro ayudarán a alcanzar el éxito:

1. Antecedentes hereditarios desfavorables. Es la única de más difícil corrección aunque no imposible.

2. Falta de un propósito definido en la vida. Es la causa principal.

3. Falta de ambición para superar un nivel mediocre.

4. Educación insuficiente. Destacar la importancia del interés y el autodidactismo: "una persona con educación es la que ha aprendido a conseguir lo que quiere en la vida sin vulnerar los derechos de los demás. La educación no cosiste tanto en el conocimiento sino en saber aplicarlo eficaz y persistentemente. A las personas no se les paga sólo por lo que saben sino especialmente por lo que hacen con lo que saben".

5. Falta de autodisciplina, derivada del autocontrol y control del ego: conocimiento propio.

6. Mala salud. Hábitos saludables son necesarios y beneficiosos.

7. Influencias ambientales desfavorables durante la infancia.

8. Aplazamiento. Es la procrastinación y en el caso emprendedor, esperar el momento adecuado para emprender. No hay que esperar. El momento nunca será el mejor.

9. Falta de perseverancia. La motivación es una chispa. La perseverancia mantiene y aviva el fuego.

10. Personalidad negativa. La negatividad no atrae la cooperación que te lleva al poder necesario para conseguir las cosas.

11. Falta de control de impulsos sexuales.

12. Deseo incontrolable de conseguir algo a cambio de nada. (el juego).

13. Falta de un poder de decisión bien definido. Rápidas decisiones y cambios lentos.

14. Uno o más de los seis miedos básicos.

15. Selección desacertada de la pareja: armonía vs miseria e infelicidad.

16. Excesiva precaución.

17. Selección desacertada de los asociados en los negocios.

18. Superstición y prejuicios: ignorancia y miedo.

19. Selección errónea de una vocación.

20. Falta de concentración de los esfuerzos.

21. Hábito de gastar indiscriminadamente. El ahorro sistemático y rentable, genera la seguridad necesaria para los proyectos personales y las externalidades sobrevenidas.

22. Falta de entusiasmo.

23. Intolerancia: mentalidad y pensamiento acrítico. Soberbia.

24. Falta de moderación.

25. Incapacidad de cooperar con los demás: falta de liderazgo.

26. Posesión de poder no adquirido mediante los propios esfuerzos: olvidar la meritocracia.

27. Deshonestidad intencionada.

28. Egotismo y vanidad: excesiva importancia a sí mismo.

29. Adivinar en vez de pensar.

30. Falta de capital.

Conocerse a sí mismo es tan necesario como cualquier mercancía o servicio que debamos comercializar. El autoconocimiento y la introspección, tiene una utilidad fundamental en la prestación de servicios personales, más allá de otros beneficios mentales y espirituales.

N. Hill recomienda utilizar toda esta serie de ideas y principios, contrastados de manera práctica con personas exitosas en 25 años de estudio, para que cualquier persona o profesional tenga las herramientas que le permita reconocer sus habilidades y limitaciones, y reconocer la evolución como persona y profesional, sobre todo como directivo y comercializador de servicios personales. Propone al menos una revisión anual. Y el ejercicio reiterado nos permitirá una capacidad propia para mejorar como líderes, analizar a las personas y sacar juicios de las mismas.

El milagro de la libertad y el progreso.

Por último, N. Hill descubre y expone la gran situación que su país vive en la época que escribe, principios del siglo pasado y tras una depresión económica incluso, y que hoy por suerte, se ha extendido a gran parte de los países con instituciones similares a las del entonces USA y paises con instituciones inclusivas.

Nosotros en España vivimos de manera general como entonces, con las necesidades básicas de alimentación, ropa y vivienda generalmente satisfechas; con unas libertades generales importantes y derechos de propiedad, aunque siempre haya personas interesadas en cambiar la situación en su propio beneficio. Los políticos o determinados sectores de ellos.

En este sentido N. Hill declara que el origen, fuente y naturaleza de estas libertades y provienen de un poder invisible que es el capital. Y el capital entiéndase no sólo el dinero sino las capacidades no tanto físicas como mentales que han permitido conjugar el pensamiento del hombre con el capital acumulado para crear riqueza. Planificación, educación especializada, … "Los capitalistas son los cerebros de la civilización porque proporcionan la fábrica en la que se consiste toda la educación, el conocimiento y el progreso humano". Y todo ello siempre aplicado.

El dinero es neutro. Su uso positivo viene de la mano del control y la organización del capital. Pero es el sistema capitalista el que proporciona esta posibilidad, y 100 años más de historia lo sigue corroborando, aunque algunos quieran defender una opción distinta de miseria y pobreza, totalmente desacreditado y caducado.

El capital es creado, acumulado y vuelto a invertir en las ideas de personas con imaginación, fe, entusiasmo, decisión y perseverancia, que se arriesgan, perdiendo dinero y dedicando tiempo y esfuerzo. Son los llamados capitalistas, que han generado la mejor situación de hoy a costa de la de hace décadas. Están motivadas por el deseo de construir , conseguir, proporcionar servicios útiles, lograr beneficios y acumular riqueza. Y lo hacen sin buscar consideración ni valor extrínsecos, cuando la mayoría de las veces al contrario son criticados por la envidia de los que quieren solo el derecho y la gratuidad de los servicios que estos capitalistas han creado y prestan sin los cuales no existe la civilización y el nivel de vida que todos disfrutan.

Estos capitalistas son, en fin, las mismas personas quienes radicales , chantajistas, políticos deshonestos y corruptos líderes obreros, de entonces hace un siglo y similares de hoy, los denominan como como interesados predatorios o Wall Street.

Sin dejar de reconocer los males y colaterales del sistema capitalista, la gran depresión fue más grande por el efecto de estas personas interesadas en el sistema que funcionaba, denostándolo, para su servicio y beneficio propios. El error que duró y alargó la crisis 6 años es olvidado y hoy puede volver a ocurrir; por los mismos tipos de personas e intereses personales...intentar conseguir sin dar nada a cambio. Y esto se convierte en popular a través del populismo. El mismo que originó una segunda guerra mundial en Europa.

Napoleón Hill, hablando de la sociedad y el país en el que vivió hace un siglo, hace una reflexión bastante vigente en estos días. El refiere que habiendo alcanzado USA los niveles de bienestar de su época, principios de siglo XX, no comprende la queja o la interesada queja que proclaman algunos sobre el mismo. Y recuerda, que tienen un preciado bien, la libertad..., que también es para elegir e irse.

Mi reflexión abunda en ello. Y entiendo que la opción de irse cuando unas instituciones estructurales funcionan -mejorables- y nos han llevado a niveles de progreso y sin embargo no estamos conformes, es la actitud coherente. Pero normalmente quien quiere cambiar estas instituciones o protestan, quieren que el país dependa de ellos y convertirlo en el país del que todo el mundo quiere huir y emigra en masa. Venezuela tiene hoy más de 5 MM de exiliados...No es suficiente el dato? . Es el modelo apropiado entonces?. Sinceramente, no merece la pena seguir comentando, cuando los hechos y la historia ha demostrado la verdad.

El sistema no niega nada a nadie, pero no puede prometer algo a cambio de nada, porque el sistema está bien controlado por la ley de la economía, que no tolera ni reconoce ganar sin dar nada. Es la falsa promesa de ciertos políticos e influenciadores, que engañan, como a niños con mentiras : te daré lo gratis si me apoyas (mi objetivo soy yo mismo- esto lo omiten, claro-).

La Ley de la economía puede ser ignorada por la propia libertad que la ampara. Pero entonces no se conseguirán los beneficios universales que difracta y distribuye. El problema deviene en la ignorancia consentida por un número relevante de personas "confundidas", que normalmente incluso por la fuerza, consiguen evitar dicha ley. Entonces aparece el dictador con un cambio por la fuerza, física inclusive.

Dice N. Hill y apliquemos hoy: "la práctica de algunos políticos de abastecer a hombres y mujeres con el privilegio de asaltar la tesorería pública a cambio de unos votos a veces conlleva a su elección, pero del mismo modo que la noche sigue al día, al final llega la recompensa; cuando cada penique mal utilizado debe devolverse con un interés compuesto-deuda-. Si no se obliga a los que se apropian de ese dinero a devolverlo, la carga recae sobre sus hijos y los hijos de sus hijos, incluso hasta la tercera o la cuarta generación. No hay forma de eludir la deuda".

"Los que abandonan nunca ganan; los ganadores nunca abandonan".

" El dinero en si no es nada sino materia inerte".