Piense y hágase rico VI. Decisión y Persistencia.

La decisión.

El dominio de la demora. Es la expresión con la que N. Hill se manifiesta al referirse a la falta de decisión como una de las causas fundamentales del fracaso. Alcanzar decisiones rápidas y definidas, y mantenerlas y cambiarlas lentamente sobre hechos constatados, son actuaciones propias de las personas con éxito.

N. Hill reseña la importancia que tiene la independencia financiera en la capacidad de tomar decisiones, y confirma como la falta de esta, provoca que las personas están más condicionadas por las opiniones, y no por los hechos de las personas que debieran ser verdaderas referencias.

Periódicos, vecinos y familiares ofrecen opiniones, el producto más barato de la tierra- al punto paradójico de que pueden incluso llegar a ser caros-. Si una persona está influido por opiniones cuando toma decisiones, tendrá dificultad de llevar a cabo sus propios deseos y por tanto convertirlos en éxitos y dinero. Sólo tendría sentido la opinión, o mejor la experiencia, de las personas que forman nuestro Equipo Maestro.

Concretamente, la ventaja del Equipo Maestro o la de en definitiva aprender, es escuchar más de lo que se habla, y que lo que oigamos sea de una fuente de experiencia contrastada. La auténtica sabiduría normalmente es conspicua a través de la modestia y el silencio. La humildad es el suelo del conocimiento, donde arraigar la experiencia y la sabiduría. Las acciones y no las palabras, deben ser lo que importe.

El valor de las decisiones depende del coraje para tomarlas, pues detrás de éstas suele haber siempre algún riesgo manifiesto y reconocido.

En este capítulo donde desarrolla brevemente el séptimo paso para hacerse rico, lo hace con un ejemplo más completo de la leve e incompletamente conocida gestación de la independencia de USA. En ella, una serie de personas, con coraje y riesgo de sus propias vidas, toman una decisión orquestada a través de un Equipo Maestro, que en una planificación organizada, y sobre la base de un deseo ferviente (fe) de independencia y libertad y pese a todas las dificultades salió adelante con la perseverancia de dicho grupo de personas. En total, seis de los principios propuestos por el libro.

N. Hill insiste que la filosofía que propone en el libro, está basada en leyes eternas de la naturaleza, al alcance de cualquier persona consciente de ellas y con la decidida fe y coraje para aplicarlas. Y considera que la indecisión y el desconocimiento de estas leyes son debilidades del sistema educativo, que ni fomenta ni enseña el hábito de la decisión definida. Caso contrario, las personas estarían preparadas para saber qué y elegir su profesión o carrera, y ser capaz de generar la independencia financiera para la toma de las mejores decisiones posibles en la vida.

No sabemos si además de desconocimiento propio de quienes dirigen la sociedad, es un interés particular que beneficia a los decisores....Que cada uno piense.

"La mayoría de las personas que no logran acumular el dinero suficiente para cubrir sus necesidades generalmente son personas que se dejan influir con facilidad por las opiniones de los demás".

"Dígale al mundo lo que pretende hacer, pero primero muéstreselo".

La persistencia.

Es una propiedad fundamental para convertir nuestros deseos en éxito o dinero. Y la base de esa persistencia proviene de la fuerza de voluntad, la cual en muchos casos llega a confundir con una cabezonería o cerrazón. Pero en realidad es como el carbono al acero en lo que al carácter de las personas se refiere.

La persistencia es en su ausencia una de las principales causas del fracaso. Pues aunque el deseo y la motivación permiten en el mejor de los casos iniciar el camino sobre una meta o plan definido y preciso, sin la perseverancia, ante cualquier dificultad, correremos el riesgo de no alcanzar el logro propuesto.

Como necesidad para alcanzar el deseo, seguir todos los pasos prescritos, apoyado en cada uno de los principios, necesita no de un esfuerzo ocasional, irregular o débil. Las reglas deben aplicarse en todo su grado de manera recurrente , en un hábito, que requiere del principio de la persistencia.

Es importante también crear una consciencia favorable hacia el dinero y a los hábitos favorables a ellos. Y la consciencia es algo que se ha de mantener de mara permanente, pues el propio subconsciente, trabaja de manera continua, incluso cuando uno duerme, si así lo hemos preparado. Y en esta consciencia positiva, la perseverancia también juega un papel importante.

La persistencia tiene además la ventaja de permitir enfrentarse a los fracasos, y la experiencia demostrará que el fracaso trae siempre consigo en primer lugar un aprendizaje, y posiblemente después una ventaja escondida que solo está disponible para el que persevera. No existe un sustituto de la perseverancia, ni un regalo tan grande tras su aplicación.

En definitiva la persistencia es un estado mental que puede cultivarse y que tiene unas casusas definidas:

1. Concreción de un propósito, una motivación que es la chispa hacia la acción concreta de la persistencia y que nos ayudará a superar las dificultades.

2. Deseo.

3. Autoconfianza, acompañada de la necesaria autosugestión.

4. Concreción de los planes; organizados.

5. Conocimiento preciso de los planes, sólidos, basados en experiencia y observación.

6. Cooperación con otros, unidos a valores de simpatía y comprensión.

7. Fuerza de voluntad.

8. Hábito positivo. La mente absorbe una parte de las experiencias cotidianas de las que se alimenta y se convierte en ellas.

Estos ocho valores causales de la persistencia será bueno ser autoevaluados en la persona, para conocimiento propio y control de uno mismo, favoreciendo la perseverancia necesaria.

Por contra, N. Hill también apunta los síntomas que pueden hacer reconocible la falta de persistencia, junto a sus causas subconscientes que puedan estar arraigadas en nuestra personalidad y comportamiento. Estas debilidades deben ser reconocidas y dominadas y tendremos la oportunidad de conocernos y reconocer nuestras capacidades:

1. Incapacidad de reconocer o definir con claridad lo que uno quiere.

2. Dejar las cosas para más adelante, con o sin causa, normalmente con excusas.

3. Falta de interés en adquirir conocimientos especializados.

4. Indecisión y hábito de "pasar la pelota".

5. Usar excusas.

6. Autosatisfacción o complacencia.

7. Indiferencia.

8. Culpar a los demás de nuestros errores y aceptar circunstancias desfavorables como inevitables.

9. Debilidad de deseo, por negligencia en elección de motivos.

10. Abandono impaciente al primer indicio de derrota.

11. Falta de planes organizados -escritos-.

12. No proseguir las ideas ni aprovechar las oportunidades.

13. Desear en vez de querer.

14. Aceptar la pobreza; ausencia generalizada de ambición por ser, hacer y poseer, y en ese orden.

15. Buscar atajos a la riqueza, sin estar dispuestos a dar (o perder alguna vez).

16. Temor a las críticas y al fracaso.

Todos estos son hábitos, pero negativos. Y en el caso del último, es importante la influencia que de manera subconsciente nos aportan las personas que nos rodean. Sólo las personas con claridad mental y fortaleza de voluntad salvan los comentarios negativos y desmotivadores de familiares, amigos y público general. Y especialmente afectan en proyectos tan vitales como la pareja, la educación, deberes impuestos, la empresarialidad...

Algunas creen que el éxito material es el resultado de oportunidades favorables, sin embargo la única oportunidad en la que cualquier persona puede permitirse confiar es en una creada por ella misma, con aplicación de perseverancia sobre un propósito concreto.

N. Hill insiste en que la persistencia se puede desarrollar como habilidad, y no necesita de una inteligencia especial ni un nivel de educación concreto, salvo el esfuerzo orientado a:

• Un Propósito definido respaldado por un deseo imperioso de realizarlo.

• Un pan definido, expresado en una acción continua.

• Una mente que no no permita ninguna influencia negativa o desalentadora de familiares, amigos y conocidos.

• Una alianza amistosa con una o más personas que estimulen a uno seguir con el plan y el propósito.

Y todos convertirlos en un hábito...para hacer que la vida proporciones lo que le pida.

" La consciencia de la pobreza voluntariamente se apropiará de la mente que no está ocupada por la consciencia del dinero".

"Cada fracaso trae consigo la semilla de una ventaja equivalente".

"¿Por qué ninguna persona ha hecho esto antes?....la mayoría de las ideas nacen muertas y necesitan una inyección del aire de la vida por medio de planes definidos de acción inmediata. El mejor momento para cuidar de una idea es en el instante de su nacimiento".