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Proceso de inversión. Estilos y Métodos de inversión.

  • yosorep
  • 13 ago
  • 18 Min. de lectura


Esta entrada es un poco más larga de lo que suelo e intento poner, pero la necesidad de cubrir todo el proceso de inversión requería no separarla de los métodos de inversión y de la definición de distintos estilos, todos los cuáles van de la mano de dicho proceso. 



Proceso de inversión.


 

El proceso de inversión es una secuencia estructurada de pasos que permite tomar decisiones financieras informadas, racionales y alineadas con tus objetivos. Aunque puede variar según el tipo de inversor (institucional, particular, emprendedor), suele seguir una lógica común.

 

Ø  Un primer paso o fase sería el de definición de una política de inversión, en el que debemos hacernos tres preguntas principales, podemos hacer para el desarrollo de un proceso de inversión básico:

 

1.      Objetivo de nuestra inversión. Tratará de responder a una pregunta que básicamente es qué queremos alcanzar. En el caso de la planificación financiera beberá tener en cuenta nuestros proyectos vitales.


2.      Determinar el horizonte temporal. Se trata de responder sobre el tiempo que tenemos para alcanzar el hito u objetivo que determina nuestra inversión. Dentro de ese horizonte, podremos tener en cuenta otra serie de pequeños o horizontes intermedios y tantos como los proyectos que nos planteemos.


3.      Perfil del inversor. Que de una manera básica trataría de responder qué riesgo deseamos asumir. Aquí entra el concepto de grado de aversión al riesgo y también deberíamos tener en cuenta la capacidad de riesgo asumible por el sujeto inversor. Muy importante diferenciar y tener en cuenta estos dos conceptos, que cobra importancia hacer ver y diferenciar en el asesoramiento.


 

Este tipo de proceso se suele hacer en el caso de inversores particulares a través de cuestionarios que permiten perfilar a los clientes en grados tipo como prudentes, conservadores, moderados, arriesgados, agresivos, etc.


Otros tipos de perfiles de los inversores, fuera de los perfilados tipos de las financieras o bancos es el de estables vs especulativo; activos vs pasivos, etc.


Ø  El segundo paso sería el de implementación de estrategias. En esta fase tendremos que asignar los recursos económicos a los activos en el denominado proceso de asignación de activos, teniendo en cuenta tanto las distintas clases de activos como los objetivos ya descritos del inversor, las restricciones como inversor y de mercado, como el perfil de riesgo.

 

Ø  El tercer paso sería la valoración de la gestión.

 

 


Asignación de activos.

 


La asignación de activos también denominado asset allocation en inglés, es uno de los pilares fundamentales en la gestión de inversiones, y consiste en el proceso de distribuir el capital entre diferentes clases de activos con el objetivo de maximizar la rentabilidad y minimizar el riesgo, según el perfil del inversor. En definitiva, en este proceso se decide cómo distribuir los recursos económicos de un inversor, su riqueza, entre las diferentes clases de activos.


Una clase de activo está comprendida por activos financieros que tienen características, atributos, y relaciones de riesgo/retornos similares. Además, cada clase de activo puede a su vez tener otras subdivisiones o sub-clases. La asignación de activos es la estrategia mediante la cual un inversor decide cómo repartir su dinero entre distintas categorías de inversión, como:


  • Acciones

  • Bonos

  • Efectivo o equivalentes

  • Bienes raíces

  • Materias primas

  • Activos alternativos (como criptomonedas, arte, capital riesgo)


En la planificación financiera buscaremos la asignación más apropiada a cada inversor según sus proyectos vitales, objetivos y necesidades, teniendo en cuenta las restricciones particulares y su perfil de riesgo. En definitiva, son factores claves para esta asignación:


  • Horizonte temporal: corto, medio o largo plazo

  • Tolerancia al riesgo: conservador, moderado o agresivo

  • Objetivos financieros: jubilación, compra de vivienda, educación, etc.

  • Condiciones del mercado: inflación, tasas de interés, ciclos económicos.



Es relevante tener en cuenta, aunque anticipándonos un poco a lo que desarrollaremos después, el concepto de diversificación de la cartera de inversiones. Esta diversificación busca reducir la exposición al riesgo de cualquier activo individual y equilibrar el rendimiento de la cartera en diferentes condiciones de mercado. Con ello conseguiremos:


  • Reduce el riesgo global de la cartera

  • Mejora la estabilidad del rendimiento a largo plazo

  • Se adapta al perfil de riesgo y objetivos del inversor

  • Permite aprovechar oportunidades en distintos sectores y geografías

 


También es relevante resaltar que las decisiones que se tomen en la asignación de activos serán con carácter estratégico y a largo plazo. Saltar de un activo a otro e intentar hacer timing no será el objetivo de esta parte de asignación de los recursos del inversor. Este tipo de acción suele tener resultados pobres en el largo plazo y si es interés del inversor hacer algún tipo de timing , se debe hacer con otros recursos financieros no necesarios para la planificación financiera que estamos tratando.

 

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De esta gráfica y de manera rápida y visual, podemos destacar como la mayoría de los activos han estado en el lado positivo de los rendimientos que en el negativo.

 

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Podemos observar en esta pirámide invertida como la parte fundamental se las inversiones será la de SAA, inversiones estratégicas con horizontes temporales largo plazo y con intención de atender el objetivo final o principal de la planificación.


Un segundo nivel TAA que contempla las inversiones tácticas con una visión corto plazo, contempla la posibilidad de dar ponderaciones temporales de recursos para aprovechar oportunidades en función de las circunstancias del mercado o breves eventos a cubrir.


La parte más pequeña deberá servir para atender dos posibilidades: especulación o timing y la posibilidad de establecer coberturas al resto de la cartera con derivados y apalancamiento para eventos potenciales inesperados. Objetivo, cubrir y ganar más.

 


Estamos hablando de generalidades en la planificación, con opciones o alternativas que permiten “enriquecer” la planificación, pero en cualquier caso la orientación no es una única fórmula. Cada inversor es diferente y los objetivos determinan la inversión junto a otros aspectos mencionados. Todos influyen en la asignación definitiva:


·        Rentabilidades y riesgos estimados para alcanzar el objetivo.

·        Rentabilidades esperadas de cada uno de los activos.

·        Aspectos personales: edad y aversión al riesgo.

·        Horizonte temporal.

·        Rentas.

·        Fiscalidad.

·        Liquidez.

 



Estilos de inversión.

 


Podemos hacer una diferenciación básica de estilos de gestión de las inversiones:


·        Gestión Activa.

·        Gestión Pasiva.

 

Las inversiones activa y pasiva representan dos enfoques opuestos para gestionar una cartera, y entender sus diferencias puede ayudarte a elegir la estrategia que mejor se adapta a tu perfil como inversor. Pero hemos de tener siempre en cuenta el coste de oportunidad que podemos dejar pasar en la clasificación del asesorado teniendo muy en cuenta su capacidad de riesgos.


Pero debemos dejar claro que elegir un estilo o la preferencia, no evita que ambas formas de inversión sean complementarias.


Además, debemos ser conscientes de reconocer bien aquellos fondos y vehículos que son realmente de gestión activa de los que lo dicen ser y no lo son. Se trataría de desenmascarar los closets trackers, que vendiendo una gestión activa son en realidad una gestión pasiva, seguidoras de un benchmark, pero con costes elevados.


Hay además varias cuestiones claves que nos pueden hacer preferir una forma de inversión u otra, sin olvidad la complementariedad, pero teniendo en cuenta estas cuestiones mostrar mayor ponderación o preferencias en función de horizontes temporales, fiscalidad, traspasabilidad…


La gestión activa se enfoca en batir a un determinado índice de referencia o benchmark. Sin embargo, la gestión pasiva se enfoca en replicar de la manera más fiel posible a un determinado índice de referencia.


En este último caso resulta crítico la adecuada selección de la referencia o benchmark.


Como hemos visto en el caso del estudio de la relación de riesgos y rentabilidades de carteras, el TE o tracking error nos dará la fiabilidad de seguimiento de ese índice, que como indicamos debe tener valores menores a 2 para ser considerado una fiel gestión pasiva.

 

La gestión pasiva tratará de seguir a un índice con una variación mínima, con costes bajos de gestión y además se caracteriza por ser más fácil de seguir y evaluar.


La gestión activa que busca batir al índice, puede destruir valor en el caso de tener menos retorno del esperado o pérdidas, lo que supone un coste de oportunidad. Tienen un coste potencialmente medio alto y es más difícil de seguir y evaluar.


En resumen, la gestión activa:


  • Objetivo: Superar el rendimiento del mercado.

  • Estrategia: Selección cuidadosa de activos, análisis técnico y fundamental, y toma de decisiones frecuentes.

  • Gestión: Requiere gestores expertos o inversores con tiempo y conocimientos.

  • Ventajas:

    • Flexibilidad para reaccionar ante eventos del mercado.

    • Posibilidad de obtener rendimientos superiores.

    • Uso de coberturas y estrategias fiscales personalizadas.

  • Desventajas:

    • Comisiones más altas.

    • Mayor riesgo si las decisiones no son acertadas.

    • Requiere seguimiento constante.


Por otro lado, la gestión pasiva:


  • Objetivo: Replicar el rendimiento del mercado.

  • Estrategia: Comprar fondos indexados o ETFs que siguen índices como el S&P 500.

  • Gestión: Menor intervención; estrategia de “comprar y mantener”.

  • Ventajas:

    • Costes bajos.

    • Simplicidad y transparencia.

    • Eficiencia fiscal.

  • Desventajas:

    • No permite superar al mercado.

    • Vulnerable en momentos de crisis.

    • Menor personalización.

 

A la hora de elegir, si tienes conocimientos financieros, tolerancia al riesgo y tiempo para analizar el mercado, la inversión activa puede ser atractiva. Pero si prefieres una estrategia estable, de bajo coste y a largo plazo, la inversión pasiva es ideal. Muchos inversores optan por una combinación de ambas para diversificar y equilibrar riesgo y rentabilidad.


Fuente FIKAI
Fuente FIKAI

A la hora de gestionar o invertir en una cartera podemos observar que con independencia del estilo de inversión al que nos orientemos, la rentabilidad vendrá explicada por una parte de beta o retorno que proviene directamente del mercado en el que estamos invertido, pero también habrá un componente alfa o rentabilidad que no explica el mercado, adicional, que a su vez puede provenir tanto de la gestión de la cartera o fondo como de un factor beta que corresponda a motivos estratégicos de la gestión o tipo de empresas o factores a los que se orienta el gestor en búsqueda de mayores rentabilidades.


Es por ello, que como podemos ver debajo, podemos encontrar puntos de intersección de nuestras carteras e inversiones en función de como gestionan las inversiones en las distintas combinaciones posibles.



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Todos estos tipos de opciones que buscan escapar de la simple rentabilidad del mercado o beta pueden ser factores como tamaño de mercado y empresas, valor o crecimiento, momento del precio, calidad, volatilidad, etc…



 

Otros estilos de inversión.

 

Vamos a referir otros estilos de inversión o referencias a la hora de discriminar para elegir las inversiones de nuestras carteras.

 

·        Core-satellite.

·        Rentabilidad absoluta.

·        Portable Alpha.

 


Core & Satellite.

 


La estrategia de inversión core-satellite es una forma inteligente y flexible de construir una cartera que combina estabilidad con potencial de crecimiento. Es un enfoque que divide tu cartera en dos partes:


  • Core (núcleo): La base estable y pasiva de tu inversión.


  • Satellite (satélite): La parte dinámica y activa que busca mejorar el rendimiento.

 

De manera general la parte core de la cartera busca:


  • Objetivo: Estabilidad, bajo coste y replicar el mercado.

  • Tipo de gestión: Pasiva.

  • Instrumentos comunes: Fondos indexados, ETFs amplios, bonos gubernamentales.

  • Ventajas:

    • Comisiones bajas.

    • Menor rotación.

    • Menor riesgo.


Y la parte satellite de la cartera busca:


  • Objetivo: Generar “alpha” o rendimiento adicional.

  • Tipo de gestión: Activa.

  • Instrumentos comunes: Acciones individuales, fondos sectoriales, criptomonedas, materias primas.

  • Ventajas:

    • Flexibilidad.

    • Potencial de rentabilidad superior.

    • Personalización.


Supone una diversificación inteligente que combina lo mejor de ambos mundos.


  • Control de riesgo: El núcleo estabiliza la cartera.

  • Flexibilidad táctica: El satélite permite aprovechar oportunidades.


Muchos inversores usan proporciones como 70% core / 30% satellite, pero puedes ajustarlo según tu perfil de riesgo.

 

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Rentabilidad absoluta

 


El estilo de inversión de rentabilidad absoluta busca generar rendimientos positivos en cualquier entorno de mercado, sin depender de un índice de referencia. Es decir, el objetivo no es superar al mercado, sino ganar dinero independientemente de si el mercado sube o baja. Se trata de explotar oportunidades y preservar el capital. Se caracteriza por:


·        Independencia del benchmark: No se compara con índices como el IBEX 35 o el S&P 500.

·        Objetivo principal: Obtener retornos positivos constantes.


  • Gestión activa y flexible: Se utilizan estrategias como posiciones largas/cortas, derivados, arbitraje, y cobertura.

  • Alta personalización: El éxito depende en gran parte de la habilidad del gestor.


Para entendernos. Si un fondo de rentabilidad absoluta gana un 5% en un año, ese resultado se considera positivo, aunque el mercado haya caído. En cambio, un fondo tradicional podría tener una rentabilidad negativa, pero “mejor que el índice”, lo que no satisface a un inversor que busca preservar capital.


Este estilo de inversión es útil en mercados volátiles o bajistas, pero sobre todo para inversores conservadores que priorizan la preservación del capital.


 

Portable Alpha.

 

La estrategia de Portable Alpha es una técnica de inversión que busca separar la generación de alfa (rendimiento activo) de la exposición beta (rendimiento del mercado) para construir carteras más eficientes y flexibles.


El Alpha, del que ya hemos hablado, supone buscar rentabilidad adicional obtenida por selección activa de activos. Mientras que la beta es la rentabilidad pasiva derivada del comportamiento del mercado. Portable Alpha es la estrategia que mantiene exposición beta mediante instrumentos pasivos (como futuros o ETFs) y busca alfa por separado a través de gestores activos o estrategias alternativas.


Un ejemplo de cómo podría funcionar sería:


1.      Replicación de beta:

  1. Se usa derivados (futuros, swaps) para obtener exposición al mercado sin usar mucho capital.

  2. Ejemplo: replicar el S&P 500 con futuros.


2.      Generación de alfa:

  1. Se invierte el capital liberado en estrategias activas como:

    • Long/Short Equity

    • Macro Global

    • Market Neutral

    • Fondos de cobertura o activos alternativos.

 

3.      Combinación eficiente:

  1. Se superpone el alfa sobre la beta deseada, creando una cartera que busca rendimientos superiores sin alterar la exposición al mercado.

 

La esencia fundamental de esta estrategia es la descorrelación. Mantendremos el riesgo sistemático y la rentabilidad que genera la beta, pero también buscamos obtener alfa diversificando de fuentes no correlacionadas con el mercado. Con ello obtenemos:


  • Flexibilidad: Permite ajustar el riesgo sin modificar la asignación de activos.

  • Optimización de capital: Uso eficiente del apalancamiento y derivados.


Sin embargo, supone complejidad operativa con el uso de derivados y gestión activa, y en este caso algunos riesgos:


  • Riesgo de apalancamiento: Puede amplificar pérdidas.

  • Riesgo de contraparte: En operaciones con derivados.

  • Liquidez y regulación: Especialmente en activos alternativos.

 

 

Métodos de inversión.

 

Esta es la parte más amplia de información de esta entrada. En este caso vamos a tomar como referencias 6 formas de inversión en activos, que básicamente es una programación de cómo llevar a cabo las aportaciones o inversiones en los activos financieros elegidos. Vamos a enumerar 6 tipos:


 

1.      Buy & Hold.

2.      Dollar Cost Averaging o DCA.

3.      Constant Mix/Proportion.

4.      Constant Proportion Portfolio Insurance.

5.      Reinversión de los dividendos.

6.      Risk Parity.

 


Buy & Hold.

 


El método de inversión Buy and Hold (comprar y mantener) es una estrategia clásica que ha sido utilizada por inversores legendarios cuya esencia es simple: adquirir activos financieros sólidos y mantenerlos durante largos periodos, sin importar las fluctuaciones del mercado a corto plazo.


Se trata de una estrategia pasiva en el sentido que no requiere rebalanceos y en el que la asignación inicial se conserva por defecto con independencia de los mercados. Ello evita los costes operativos de compras y ventas recurrentes de otros métodos de inversión.


Es propia de gestores con gran convicción sobre sus inversiones. Su acción es la compra de activos (acciones, bonos, fondos indexados, etc.) con buenos fundamentos. Para mantenerlos en el largo plazo, incluso durante caídas del mercado. Evitando el market timing, no se intenta predecir cuándo comprar o vender y confiando en el crecimiento sostenido del mercado y el poder del interés compuesto.


Las ventajas de este método de inversión serán:


  • Reducción de costes: menos comisiones por transacciones frecuentes.

  • Menor estrés emocional: no se reacciona ante cada movimiento del mercado.

  • Interés compuesto: las ganancias se reinvierten y generan más ganancias con el tiempo.

  • Simplicidad: menos decisiones tácticas, más enfoque estratégico.


Los riesgos y capacidades necesarias para el inversor en este método son:


  • Volatilidad a corto plazo: hay que tener paciencia y tolerancia al riesgo.

  • Selección adecuada de activos: elegir empresas o fondos con fundamentos sólidos es clave.

  • No es ideal para todos: requiere horizonte de inversión largo y disciplina emocional.


Se convierte de este modo en una opción de cara a la planificación financiera para el tipo de inversores a largo plazo (jubilación, patrimonio familiar), que buscan simplicidad y estabilidad y que prefieren gestión pasiva y evitar el estrés del trading diario.


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Además, podemos observar como en periodos largos la media de los mercados alcistas han sido de poco más de 9 años de duración acumulando retornos totales de 473%, mientras que los mercados bajistas, suelen durar casi año y medio, siendo menores las pérdidas acumuladas de 41% de promedio.


 

Dollar Cost Averaging.

 


El método de inversión Dollar Cost Averaging (DCA) —o promedio de coste en dólares— es una estrategia sencilla y eficaz que consiste en invertir una cantidad fija de dinero en intervalos regulares, sin importar el precio del activo en ese momento. Es ideal para inversores que buscan minimizar el impacto de la volatilidad del mercado y construir riqueza a largo plazo.


Se invierte de forma periódica en el mismo activo normalmente, la misma cantidad fija, si bien puedes compra más unidades cuando el precio baja y menos cuando sube. Con el tiempo, se obtiene un precio promedio de compra más eficiente y mejor evitando el “market timing” (intentar adivinar el mejor momento para invertir).


Con este sistema estamos tratando de reducir el coste medio de adquisición comprando barato cuando el mercado baja, desde cantidades pequeñas. Es importante la disciplina de inversión en este sistema.


Normalmente debemos utilizar la media armónica en vez de la media aritmética para poder calcular el precio medio de las unidades compradas:


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En cualquier caso, un ejemplo en el que inviertes 100 € al mes en un fondo indexado:


Mes

Precio por unidad

Inversión

Unidades compradas

1

10 €

100 €

10

2

8 €

100 €

12.5

3

5 €

100 €

20

4

7 €

100 €

14.29

5

10 €

100 €

10

Hemos invertido 500 €, comprado 66.79 unidades, y el precio promedio pagado es de 7.49 €, inferior al precio inicial.


La ventaja de este método es que:


  • Reduce el riesgo de invertir en el peor momento.

  • Fomenta la disciplina y el ahorro sistemático.

  • Minimiza el impacto emocional de las decisiones de inversión.

  • Ideal para principiantes y planes de largo plazo.


Y a su vez, es necesario advertir:


  • No garantiza rentabilidad, pero reduce el riesgo de volatilidad.

  • Funciona mejor en activos con tendencia alcista a largo plazo (acciones, ETFs, fondos indexados).

  • Requiere constancia y paciencia.

 


Constant Mix / Proportion.

 


El método de inversión Constant Mix Proportion, conocido como Constant Ratio Plan es una estrategia de asignación de activos que busca mantener una proporción fija entre diferentes clases de activos en una cartera, independientemente de cómo se comporten los mercados.


Para ello se ve obligado al rebalanceo periódico de posiciones con el objetivo de mantener y restablecer los porcentajes o proporciones de la asignación inicial. El inversor vende activos que han subido y compra los que han bajado, siguiendo una lógica contraria al mercado.


Es por ello que se entiende que es un método contra cíclico, pues con el ajuste de precios se vende lo que lo está haciendo mejor para comprar lo que lo está haciendo peor.


Es también una estrategia cóncava para la que no hay una fórmula única, pero cuyo principio es:


Valor de cada clase de activo = Proporción objetivo × Valor total de la cartera

Por ejemplo, si tu cartera vale 100.000 € y tu objetivo es 60% acciones / 40% bonos:


  • Acciones: 60.000 €

  • Bonos: 40.000 €


Si las acciones suben a 70.000 €, se venden 10.000 € en acciones y se compran bonos para volver al equilibrio.


Entre las ventajas a destacar:


  • Disciplina automática: evita decisiones emocionales.

  • Compra barato, vende caro: aprovecha la volatilidad.

  • Control del riesgo: mantiene el perfil de riesgo constante.


Y las salvedades de:


  • No sigue tendencias: puede perder oportunidades en mercados alcistas prolongados.

  • Costes de transacción: el reequilibrio frecuente puede generar comisiones.

  • No es ideal en mercados con fuerte dirección: funciona mejor en mercados laterales y volátiles.


Pero es interesante si buscas una estrategia estructurada y contraria al mercado que quiera preservar el equilibrio de riesgo sin perseguir máximos en mercados oscilantes o sin tendencia clara.


 

Constant Proportion Porfolio Insurance


 

El método de inversión CPPI o Constant Proportion Portfolio Insurance o Seguro de Cartera de Proporción Constante es una estrategia dinámica que busca proteger el capital mientras se mantiene exposición a activos de riesgo. Es muy utilizada por inversores institucionales y en productos estructurados.


La fórmula de este método busca asegurar periódicamente los retornos obtenidos en términos absolutos en una cartera de activos con o sin riesgo y en función de un grado de aversión al riesgo del inversor.


Es una técnica que suele combinar dos componentes:


  • Activo sin riesgo: como bonos o efectivo, que protege el capital.

  • Activo de riesgo: como acciones o fondos, que busca generar rentabilidad.


La clave está en mantener una proporción constante entre ambos, ajustando la exposición al riesgo según el comportamiento del mercado. La fórmula básica es:

 

Exposición al riesgo = Multiplicador × (Valor de la cartera - Suelo)
  • Multiplicador o también múltiplo refleja la tolerancia al riesgo y representa cuantas veces el activo de riesgo excede al colchón C, siempre será > 1.

  • Colchón C es la diferencia entre el valor de la cartera y el valor del suelo C= V-S

  • Suelo: nivel mínimo de valor que se desea proteger.

  • Valor de la cartera: suma total de los activos.


A medida que el valor de la cartera cambia, se recalcula la exposición al activo de riesgo para mantener la proporción deseada. Se invierte en activos de riesgo en una proporción constante de C >> Cv = multiplicador m * C. De modo que si V valor de cartera < S suelo toda la inversión deberá ser en activos sin riesgo.


Esta estrategia, por tanto, maneja una estrategia convexa, que asegura los retornos conseguidos consolidando las ganancias.


Supongamos:


  • Valor de cartera: 100.000 €

  • Suelo: 90.000 €

  • Multiplicador: 4

Exposición al riesgo = 4 × (100.000 - 90.000) = 40.000 €

Se invierten 40.000 € en activos de riesgo y 60.000 € en activos sin riesgo. Si el mercado cae y la cartera baja a 95.000 €, se reduce la exposición al riesgo a:


4 × (95.000 - 90.000) = 20.000 €
 Como ventajas podemos entender:
  • Protección del capital: se establece un “colchón” que no se debe romper.

  • Participación en subidas: se aumenta la exposición al riesgo cuando el mercado va bien.

  • Automatización: se puede implementar con algoritmos o reglas predefinidas.


Y las desventajas:


  • Complejidad operativa: requiere monitoreo constante y reequilibrio.

  • Costes de transacción: por ajustes frecuentes.

  • Riesgo de gap: caídas bruscas pueden superar el suelo antes de que se reequilibre.


Suele ser utilizado en fondos estructurados, planes de pensiones, productos garantizados y estrategias institucionales.

 

Podemos sacar conclusiones a estas alturas de las relaciones entre algunos de estos métodos. Son métodos distintos válidos según las características del inversor y ninguno válido para cualquier entorno.


Las condiciones del mercado determinan el mejor o peor comportamiento de un método u otro. Pero a modo resumen:


Ø  Método Buy & Hold tiene más sentido en mercados lineales y de tendencia alcista.

 

Ø  Constant Mix tiene más sentido en mercados oscilantes y con perfiles cóncavos y para inversores contrarians.

 

  Ø  CPPI tiene más sentido en mercados con tendencia definida por su perfil de convexidad que aprovecha el momentum de los mercados alcistas.



 

Reinversión de dividendos

 


El retorno final de una cartera de inversiones depende también de la política de reinversión de las rentas que recibamos. Estas, pueden provenir tanto de cupones de bonos, liquidaciones de intereses, rentas inmobiliarias, y también de dividendos de acciones entre otros.


La reinversión de dividendos es una estrategia de inversión que consiste en utilizar los dividendos recibidos para comprar más acciones de la misma empresa o fondo, en lugar de cobrarlos en efectivo. Pero como no es habitual no cobrarlos en efectivo, también es normal que estos dividendos no se dediquen a comprar las mismas acciones que las generaron. Es una forma eficaz de hacer crecer tu cartera de forma automática y compuesta pero también con ciertas desventajas, sobre todo fiscales.


La reinversión de dividendos en sentido estricto sería cuando una empresa reparte dividendos, puedes elegir entre cobrar el dinero y usarlo como desees o reinvertirlo en adquirir más acciones de esa misma empresa.


El objetivo es generar el efecto del interés compuesto, que puede multiplicar tu rentabilidad a largo plazo.


Como desventajas principales podemos encontrar:


  • No siempre conviene reinvertir: si necesitas liquidez, si la acción está sobrevalorada, o si prefieres diversificar.

  • Fiscalidad: en España, los dividendos reinvertidos pueden tributar igual que si se cobraran, salvo en fondos de acumulación.

  • Riesgo de concentración: reinvertir siempre en la misma empresa puede desequilibrar tu cartera.


Pero puede ser ideal para inversores a largo plazo, que empiezan a conocer el proceso de ahorro e inversión buscando un crecimiento sostenido sin estar pendientes del mercado, que valoran la simplicidad y automatización.


 

Risk Parity.

 


Por este método de inversión Risk Parity (Paridad de Riesgo), como estrategia cuantitativa, busca construir carteras equilibradas en términos de riesgo, no de capital. Es decir, cada clase de activo contribuye por igual al riesgo total de la cartera, independientemente de cuánto dinero se invierta en cada una.

 

En este método de inversión nos hemos preguntado antes sobre:


Ø  Si es correcto equilibrar los pesos de las clases de activo por importes.

Ø  Si podemos asumir que una cartera 50% renta variable-fija es equilibrio.

Ø  Si podemos diversificar nuestras carteras con otros activos.

 

Con el risk Parity buscamos:


  • Diversificación real del riesgo, no solo del capital.

  • Evitar la concentración de riesgo en activos volátiles como acciones.

  • Mejorar el ratio de Sharpe mediante una asignación más eficiente.

  • Reducir la dependencia de estimaciones de rentabilidad futura.

 

En definitiva, buscará generar carteras con mayor peso en aquellos activos de riesgo bajo y otros que den diversificación a la misma (descorrelación), dejando menos peso a activos con riesgo o volatilidad. Y todo sobre la premisa de que asignaciones ajustadas por riesgo producen mejores carteras.


Existen dos enfoques principales:


1.      Volatilidad igualada:

  1. Se asigna a cada activo un peso inversamente proporcional a su volatilidad.

  2. Ejemplo: si las acciones tienen una volatilidad del 15% y los bonos del 5%, se asigna más peso a los bonos.


2.      Contribución al riesgo igualada:

  1. Se calcula cuánto aporta cada activo al riesgo total de la cartera (considerando correlaciones).

  2. Se ajustan los pesos para que cada activo contribuya por igual al riesgo total.

 

Como ejemplo de una cartera con acciones y bonos:


  • Volatilidad acciones: 15%

  • Volatilidad bonos: 5%

  • En una cartera 50/50, el 88% del riesgo proviene de las acciones.

  • En una cartera Risk Parity, se reduce el peso de las acciones para que ambos activos aporten el mismo riesgo.

 

Las ventajas


  • Mejor comportamiento en mercados volátiles

  • Menor dependencia de predicciones de rentabilidad

  • Mayor estabilidad del portafolio

  • Posibilidad de apalancamiento controlado para mejorar retornos.


Por el contrario:


  • Complejidad técnica: requiere cálculos avanzados y seguimiento constante.

  • Uso de derivados: para ajustar exposición sin modificar capital.

  • No garantiza rentabilidad: pero mejora la eficiencia del riesgo.

 

En una cartera bien diversificada todas las clases de activo deberían tener igual contribución marginal al riesgo total.


En muchos casos el rebalanceo del riesgo se puede hacer aplicando apalancamiento.


Un concepto clave en este método de inversión es la definición de riesgo total y el cálculo de la contribución marginal MC de cada clase de activo. Además, los retornos son una consecuencia, pero no es la mira de nuestra gestión, sino las volatilidades y medidas de riego de los activos. Podríamos formular:


Riesgo Total = MC1 + MC2 + MC3 +…



ree

 


Esta fórmula indica cuánto riesgo adicional aporta el activo i al riesgo total de la cartera cuando se incrementa ligeramente su peso. En una cartera Risk Parity, se busca que todos los activos tengan MC iguales, es decir, que contribuyan por igual al riesgo total.

 

Una genuina pregunta que podemos hacernos es si funcionará igual de bien en el futuro una cartera con pesos elevados de activos sin riesgo, que pueden aportar menos rentabilidad. Y una posibilidad es que la cartera bajo riesgo + apalancamiento pueda mejorar esa rentabilidad. La clave estará en que la ratio sharpe de la cartera risk Parity de baja volatilidad obtenida sea superior al de la cartera normal.


Una pista. Cada vez más activos alternativos forman parte de carteras construidas por esta metodología teniendo en cuenta esta información.

 

 

 

 

 

 

 

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