Análisis de Estados Financieros: Ratios. (Parte 2)
- yosorep
- 25 ene
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Las ratios reflejan de una forma directa la relación entre dos variables y nos permite analizar información con pocos datos por la comparación de estas ratios entre empresas entre sí y por la propia relación financiero-económica que supone el cociente que representa la ratio.
Las ratios económicos y financieros son herramientas utilizadas para evaluar la salud financiera y el desempeño de una empresa. Estas ratios se calculan a partir de los estados financieros de la empresa, como el balance general y la cuenta de resultados, y proporcionan información valiosa sobre diferentes aspectos de la gestión empresarial.
Quizás la principal ventaja de estas ratios es comparar las empresas que tengan magnitudes diferentes con una referencia numérica fácilmente interpretable, incluso en el caso de que las empresas mantengan diferentes divisas, pues lo que importa es la relación entre las magnitudes absolutas.
Una primera división de las ratios es entre operativos y de rentabilidad. Y dentro de las ratios operativas podemos hacer una distinción entre los de solvencia y los de rotación.
Ratios de solvencia.
La solvencia de una empresa debemos entenderla desde dos ópticas:
· Capacidad de atender el servicio de la deuda.
· Capacidad de ofrecer garantías sobre las deudas contraídas.
En el caso de la capacidad de ofrecer garantías se refiere a la posibilidad de que los activos de la empresa sean suficientes para garantizar las deudas contraídas y su evolución, y en este caso la solvencia se mide por el patrimonio, y no por ratios. Sin embargo, en el caso de querer medir la capacidad de la empresa de poder atender a sus compromisos financieros, el uso de las ratios es la medida para esa valoración. Las ratios que en este caso utilizaremos serán:
1. Ratio de endeudamiento.
2. Ratio de solvencia.
3. Acid Test.
4. Tesorería.
Este grupo de cuatro ratios van en un orden de menor a mayor exigencia de solvencia y lo entenderemos viendo cada uno de ellos.
Ratio de endeudamiento.
Evalúan la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones a largo plazo, teniendo en cuenta además de la deuda adquirida, la relación con el capital aportado por los socios. La fórmula es:
Endeudamiento=Deuda Total / Patrimonio Neto
(donde la deuda total corresponde a los pasivos totales, corrientes y no corrientes)
Mientras más bajo sea el valor, mejor condición tiene la empresa, de manera que en torno a la unidad en caso de liquidación el activo podría devaluarse un 50% sin pérdida de los acreedores. En el caso de que la ratio tome un valor cercano a 2, la deuda duplica al patrimonio neto, en caso de liquidación el activo podría devaluarse un tercio sin pérdida para los acreedores.
Ratio de solvencia.
Miden la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones a corto plazo, por lo que la exigencia es mayor que en la ratio anterior. Mide la cantidad de activo corriente que responde sobre la deuda a corto plazo o corriente. También es conocido como la ratio de liquidez corriente. La fórmula es:
Liquidez Corriente=Activos Corrientes / Pasivos Corrientes
Mientras más alto esta ratio mejor condición de la empresa, mientras que, si es menor a la unidad, la empresa refleja problemas de tesorería que solo pueden ser más o menos controlados en función de la relación de plazos de pago a proveedores y cobro de clientes.
Existe una relación de esta ratio con una medida importante denominada fondo de maniobra (AC-PC), que siendo positiva nos permite entender capacidad de la empresa de atender en el corto plazo sus compromisos con la liquidez que tiene.
Acid Test.
También conocido o traducido como liquidez ácida, es un grado más exigente de respuesta de la sociedad a los compromisos en el corto plazo, pues resta del activo corriente de la ratio de solvencia las existencias, que se entienden que, por su cariz productivo, no es conveniente ni a veces fáciles de vender para generar la liquidez necesaria y atender a los compromisos en el corto plazo. La fórmula es:
Liquidez Acida=Activos Corrientes−Inventarios / Pasivos Corrientes.
Mientras más alto mejor, como hemos indicado es más exigente al reducir una partida menos líquida y de carácter operativa como son las existencias.
Tesorería.
Esta ratio solo tiene en cuenta para atender en el corto plazo la tesorería o liquidez, lo más natural y deseable, pues en el caso anterior, del test ácido, que no tenía en cuenta las existencias, teníamos la opción de hacer liquidez con el anticipo de los créditos que tenemos con los clientes que aún no nos han pagado, descontando con bancos lo que en un futuro deberá ser dinero. La fórmula es:
Ratio de Tesorería=Tesorería / Pasivo Corriente.
Mientras más alto mejor, esta ratio se hace más sostenible en función del ciclo productivo de la empresa, pues mientras más rápido sea, antes hace liquidez y tesorería. El ciclo productivo de la empresa comprendería: compras mercaderías/materias primas-transformación-almacenaje-venta-cobro.
Ratios de rotación.
Las ratios de rotación parten de una premisa que consiste en que cuantas más veces se utilicen las cosas, se aprovechan mejor. La rotación permite ver el número de veces que representa el activo con respecto a las ventas, y también el número de días en que se cobran las ventas y en los que se pagan las compras de materias primas. Por lo tanto, podemos encontrar tres ratios de rotación principales:
1. Rotación del activo.
2. Plazo medio de cobro.
3. Plazo medio de pago.
Antes de pasar al detalle de cada una de ellas, es importante indicar las ratios de rotación son importantes verlas en relación con el fondo de maniobra, pues una capacidad de rotación del activo elevada permite mantener menos necesidades de fondo de maniobra, sobre todo en el caso de que se cobre más rápido que se paga a proveedores, haciendo menos probables las tensiones de tesorería.
También son reconocidos como ratios de eficiencia, ya que miden la eficiencia con la que “mueven” el activo disponible las empresas. Relacionan en el cociente una partida de balance con las ventas, de la cuenta de resultados.
Rotación del activo.
Se calcula relacionando las masas del activo con las ventas anuales. Es decir, con cuantos medios realizamos las ventas, pudiendo conocer la capacidad que tiene una empresa de generar ventas a partir de un determinado valor de medios a su alcance. El resultado del cociente de esta ratio nos da las vueltas o rotación que da un activo por comparación de las ventas. La fórmula sería la siguiente:
Rotación de Activos=Ventas Netas / Activos Totales.
Cuanto más elevado sea el valor mejor. Es un valor que, como todos, deberán compararse entre empresas del mismo sector o actividad, debido a que no es lo mismo una empresa de servicios con menos inversiones, donde los valores de esta ratio serán más elevados y por encima de la unidad, que empresas industriales, donde los valores serán por debajo de la unidad y donde el peso de las inversiones inmobiliarias y mobiliarias es mayor.
Plazo medio de cobro.
Calcula el plazo medio en que se cobran las ventas, y relaciona el importe de clientes de balance con las ventas de la cuenta de resultados. Es una medida que debemos comparar entre pares del sector y dependerá mucho de la industria. Las empresas que aumentan las ventas manteniendo estable el plazo, deberán tener en cuenta que tendrán que mantener mayores niveles de recursos líquidos para poder hacer esas ventas. La fórmula sería:
Plazo medio de cobro= clientes x 365 / ventas (total en número de días).
Los mejores valores serán los más bajos, significando que cobramos pronto a nuestros clientes, y obteniendo en sí una mejor posición de liquidez en balance. Recalcamos el valor que tiene comparando con el sector.
Plazo medio de pago.
Calcula el plazo medio al que se pagan las compras, y relaciona el importe de los proveedores o acreedores comerciales que hay en el balance con el coste de los aprovisionamientos de la cuenta de resultados. Es una medida que debemos valorar en comparación con otras empresas del sector o industria. La fórmula sería:
Plazo medio de pago= acreedores comerciales x 365 / aprovisionamientos (días).
En este caso, son mejores para la empresa los valores más elevados, que indicarían que pagamos más tarde a nuestros proveedores y nos financiamos con este aplazamiento, necesitando así menores cantidades de liquidez en balance.
Ratios de rentabilidad.
Una vez vistos los dos grupos de ratios de operatividad, solvencia y rotación, pasamos a ver las ratios de rentabilidad que miden la capacidad de la empresa para generar beneficios. Relacionan partidas del balance con alguno de la cuenta de resultados. Dos esenciales encontramos que miden:
1. Rentabilidad económica. Mide la relación del EBIT con el Activo Total necesario para producirlo.
2. Rentabilidad financiera. Mide la relación del Beneficio Neto con el Patrimonio Neto utilizado para su generación.
Sus fórmulas son:
· ROA (Return in Assets) = EBIT / Activo Total.
Cuanto más elevada sea el resultado mejor porque estaremos generando más beneficio para las unidades de activo necesarias, lo que supone más productividad. Es un valor que podemos comparar con el coste medio del pasivo de la empresa (Kd), debiendo superar la rentabilidad a dicho coste, haciendo así que el beneficio de explotación sea suficiente para atender el coste de la financiación.
· ROE (Return on Equity) = Beneficio Neto / Patrimonio Neto. En este caso tomamos un beneficio más debajo de la cuenta de resultados y que ha tenido en cuenta la carga financiera. Es el importe que nos queda para tres cosas principales: pagar impuestos, pagar dividendos (accionistas) y constituir reservas. Se compara con el patrimonio neto para medir de alguna manera cómo la actividad de la empresa retribuye a la inversión realizada en la misma.
Es de esperar o normal que el ROE>ROA, y ello es debido a otro concepto relevante: apalancamiento financiero de la empresa. Entre las dos fórmulas, del EBIT al BN reducimos los intereses y los impuestos, mientras que el denominador se reduce tanto por los pasivos corrientes como los no corrientes.
Antes de continuar, considero necesario aclarar el concepto de apalancamiento financiero. El apalancamiento financiero es una estrategia utilizada por las empresas para aumentar su capacidad de inversión y potencial de retorno mediante el uso de deuda. Implica financiar una parte de los activos de la empresa con fondos prestados en lugar de utilizar únicamente el capital propio. La idea es que, al utilizar deuda, una empresa puede aumentar sus inversiones y, potencialmente, sus beneficios, aunque también aumenta su riesgo financiero. La fórmula básica para calcular el apalancamiento financiero es:
Apalancamiento Financiero=Deuda Total / Patrimonio Neto.
Donde:
Deuda Total: Es la suma de todas las obligaciones financieras de la empresa, incluyendo préstamos, bonos y otras deudas.
Patrimonio Neto: Es el valor residual de los activos de la empresa después de deducir todas sus deudas y pasivos.
El apalancamiento financiero puede ser beneficioso si la empresa puede generar un retorno sobre los activos financiados con deuda que sea superior al coste de esa deuda (Kd). Sin embargo, un alto nivel de apalancamiento también aumenta el riesgo de insolvencia, ya que la empresa debe cumplir con sus obligaciones de pago de intereses y principal.
Una vez aclarado este concepto que considero relevante, pasamos a hacer una descomposición del ROE, que tiene un valor importante en este tipo de valoraciones de la empresa.
Descomposición del ROE: Sistema Dupont.
Esta descomposición del ROE nos permite relacionar diferentes parámetros de balance y cuenta de resultados que influyen en el cálculo de esta ratio y en la rentabilidad del accionista. Una forma de verlo es que, para incrementar la rentabilidad de una empresa, los gestores de esta no han de focalizar únicamente en el beneficio neto, y el patrimonio neto, sino en tres parámetros que conforman esa rentabilidad sobre el capital:
1. Margen.
2. Rotación.
3. Apalancamiento.
ROE=Margen de Beneficio × Rotación de Activos × Apalancamiento.
Donde:
Margen de Beneficio: Beneficio Neto / Ventas, mide la rentabilidad de las ventas.
Rotación de Activos: Ventas / Activos Totales, mide la eficiencia con la que la empresa utiliza sus activos para generar ventas.
Apalancamiento (Multiplicador de Capital): Activos Totales / Patrimonio, mide el grado de apalancamiento financiero de la empresa.
Analizando cada una de las partes de esta fórmula podremos ver dónde está la debilidad de la rentabilidad de la empresa e intentar incidir donde podemos mejorar para alcanzar una mejor rentabilidad financiera. (ROE).
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